En fila de deportación por desconocimiento

La Prensa Gráfica, Milena Varón, 13-02-2008

Compatriota pudo aplicar a programas, pero no lo hizo

Cada vez que Jesse Barahona recibe un tratamiento de quimioterapia, el dolor lo hace llamar a sus padres. Sin embargo, desde el pasado 15 de enero, David Barahona no puede responder al llamado de su hijo. Ese día el compatriota fue detenido por agentes de la Oficina de Control de Inmigración (ICE), que cumplían con una orden de deportación de 1984.

Aunque inicialmente Barahona no abrió las puertas de su casa a la autoridad acatando los consejos de las organizaciones proinmigrantes, dos horas más tarde, cuando iba en su carro hacia su trabajo, fue detenido por los agentes, que no escucharon razones sobre el estado de salud del niño.

Pese a que el connacional emigró en 1982 y sometió un caso de asilo político, el miedo al fallo del juez lo hizo abandonar el caso y ausentarse a una de las audiencias, situación que generó la orden de deportación en ausencia.

Barahona tuvo oportunidad varias veces de legalizarse, la amnistía, ABC, NACARA, incluso califica para el TPS, pero la falta de conocimiento y la mala asesoría no le permitió inscribirse a estos programas, explicó Elsa Martínez, abogada del salvadoreño.

Desde septiembre de 2007, la esposa del connacional y su hijo viven en el Hospital de Niños de Los Ángeles, tratando de combatir el cáncer que se apoderó del pequeño desde el 2002. Él, mientras tanto, está en el centro de detención de Lancaster, donde su cónyuge no lo puede visitar porque también es indocumentada.

De momento, una fianza de $5,000 le permitirá a Barahona recobrar la libertad condicional, mientras su caso es reabierto porque se encuentra archivado por ser tan antiguo.

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