Una banda del Este asalta con violencia la casa de un empresario de Orense

ABC, 13-02-2008

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ORENSE. Un grupo de cinco individuos armados atracó la madrugada del lunes a un empresario orensano en su chalé ubicado en el municipio de Coles, a cinco kilómetros de la ciudad de Orense, y tras hacerse con un botín de 30.000 euros, se dieron a la fuga sin que ninguno de los tres miembros de la familia que estaban en la casa en el momento del atraco resultasen heridos.

Según informaron a Europa Press fuentes de la investigación, los cinco individuos pertenecen a una banda de atracadores de Europa del Este, que amenazaron a punta de pistola al empresario Justino Barbosa, de 69 años y propietario de Cepillos Barbosa e Hijos S. L., un fabricante de cepillos, brochas, pinceles y complementos de plástico que cuenta con sus principales instalaciones en Cambeo.

El grupo de cinco individuos accedió sobre la una de la madrugada a la casa que el empresario tiene en Cambeo, en la carretera N – 525 y dentro del término municipal de Coles. Una vez en el interior del domicilio familiar, la banda amenazó a punta de pistola al empresario, a su mujer y a su madre, que estaban en ese momento con él.

Las fuentes consultadas informaron de que tres de los asaltantes obligaron al empresario a meterse en un vehículo con dirección a su nave industrial, que se encuentra cerca del chalé, también dentro del término municipal de Coles, y allí lo forzaron a entregarles un total de 30.000 euros. Posteriormente, los tres asaltantes se dieron a la fuga al igual que sus dos compañeros que se habían quedado en el chalé con la mujer y la madre del empresario. Ninguna de las víctimas del atraco resultó herida.

El abogado Luis Romero, portavoz de la familia, explicó a los medios que los atracadores intentaron entrar por una ventana que tiene una reja «y de hecho doblaron la reja pero no pudieron soltarla por lo queforzaron la cerradura de una puerta trasera y entraron a medianoche en la habitación principal de la casa».

Según Romero, las víctimas se vieron en su cama «con un grupo de personas encapuchadas que les cegaban con linternas y les encañonaban con pistolas y machetes». Los asaltantes tenían acento extranjero «aunque también podía ser fingido», afirmó Romero.

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