"No hay recetas para abordar la inmigración; por eso hay que trabajar cada día y escuchar a todo el mundo"Visita a la Oficina Única de Extranjería
Diario de Noticias, , 13-02-2008pamplona.La legislatura ha estado plagada de claros y oscuros en materia de inmigración, un fenómeno que en algunos momentos ha supuesto un problema grave para este país. ¿Cuál es su balance?
El balance es satisfactorio. Hemos acertado en la respuesta para afrontar situaciones que nos hemos encontrado, algunas heredadas del Partido Popular, en concreto del señor Rajoy. Cuando llegamos al Gobierno nos encontramos con una población de al menos 700.000 personas que estaban trabajando al margen de la legalidad. No sólo eso, sino que nos encontramos también con una Administración que parecía del siglo pasado.
En algunos momentos la llegada de pateras ha sido desbordante.
Es verdad que hemos tenido que afrontar situaciones muy complejas, como los asaltos en Ceuta y Melilla y la llegada de cayucos en el verano de 2006. Pero entre todos, entre los que pensamos que la inmigración debe ser ordenada, que no debe entrar en la confrontación partidista y que todas las respuestas son válidas para evaluarla, hemos encontrado respuestas. Porque no hay una receta para abordar la inmigración, todos los días hay que trabajar, escuchar a todo el mundo e intentar hacerlo lo mejor posible.
¿De qué nivel ha sido el esfuerzo contra la inmigración ilegal?
La lucha contra la inmigración clandestina es uno de los ejes de nuestra política de inmigración. Hemos reducido en un número muy importante la llegada de personas de forma ilegal. Se han reforzado los controles y hay 2.500 efectivos más en el control de fronteras que en la época del señor Rajoy, que por cierto, los redujo.
¿Cuál está siendo la efectividad de los contactos entablados con países africanos para la repatriación y el control de la inmigración ilegal? ¿En qué línea hay que avanzar?
El continente africano es un continente depauperado y mientras esté en esta situación las personas van a verse forzadas a emigrar. Por tanto tenemos que seguir esforzándonos para que haya crecimiento económico, político y social en África, porque así evitaremos esa inmigración forzada.
Otra de las vías potenciadas para luchar contra la inmigración clandestina ha sido la contratación de extranjeros en origen. ¿Cuál es el balance?
Entre los agentes sociales hemos diseñado un instrumento, el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, que nos permite saber trimestralmente y por comunidades autónomas, qué trabajadores se necesitan y para qué sectores, y por supuesto, donde no haya extranjeros ni españoles demandantes de empleo. Por primera vez en nuestro país, en estos dos años ha habido más entrada de personas legales que el intento de llegadas clandestinas.
¿Hasta qué punto son fiables las referencias?
Son totalmente fiables. Tenemos un sistema de control de fronteras que tiene una efectividad del 99%. Hemos creado además, un sistema de acogida, porque son compatibles las repatriaciones con la atención de estas personas con dignidad.
En cuanto a la normalización de inmigrantes por arraigo laboral, ¿el impacto ha sido el esperado?
Fue un proceso riguroso, vinculado a un contrato de trabajo y vinculado a la demostración de que no había antecedentes penales. Se hizo en el momento que se tenía que hacer para afrontar una situación que nos dejó el señor Rajoy. A partir de ahí hay una ley, un reglamento, y se aplica. Las leyes están para aplicarlas y cumplirlas. Y al que no las cumple, se le sanciona. Con las aportaciones que hicieron los inmigrantes en 2007 a la Seguridad Social, se han pagado un millón de pensiones.
¿Qué valoración realiza sobre el contrato de integración del PP?
Carece de rigor. En España, las leyes se cumplen o no se cumplen. No hay que hacer ningún contrato. Además, de lo que hemos ido conociendo, el contrato no propone la integración, propone la discriminación. Quizá el señor Rajoy no lo conoce, pero desde el año 2007 existe en España el primer Plan de Ciudadanía e Integración, que está dotado de 2.000 millones de euros, que ya está implantado, que tiene como primera medida, precisamente, desarrollar programas para el conocimiento de nuestras normas, de nuestras leyes, de nuestras lenguas, en programas efectuados aquí, pero también en los países de origen.
Con o sin justificación, al PP sí hay que reconocerle que ha conseguido poner en la mesa del debate electoral este asunto.
El Partido Popular es especialista en crear problemas donde no los hay, en levantar desconfianzas, inquietudes, en vez de trabajar por unir, por integrar. La gestión de la diversidad es compleja, pero lo cierto es que la convivencia se está desarrollando con normalidad. El PP no ha tenido interés durante estos cuatro años en hablar sobre inmigración. Yo le he tendido muchas veces la mano, pero no ha querido nunca.
¿Cuál es el compromiso del Gobierno de Zapatero en este ámbito?
En integración no sólo basta con hablar de ocurrencias. Nosotros no hemos hecho una política seria, sino que además la hemos dotado de recursos. Este Gobierno creó un fondo que va destinado a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos, que ha supuesto la cantidad de 700 millones de euros. Cuando gobernaba el señor Rajoy no existía este fondo y Navarra no recibía ni un sólo euro en materia para la integración social de inmigrantes. En estos cuatro años, el acumulado está alrededor de los 6 millones de euros.
¿Cómo debe atajarse el recelo de los ciudadanos hacia la inmigración?
Hay desconfianza hacia lo desconocido. Por eso el Partido Popular no colabora. Por eso me indigna tanto, porque su conducta es inmoral. Cuando le preguntamos a alguien individualmente si tiene algún problema con la inmigración, responde que no. Pero si le preguntamos si le preocupa, responde que claro que sí. El plan de integración no es un plan para los inmigrantes, sino también para los españoles. Ésta es la sociedad que vamos a tener en el futuro.
pamplona. Rumí aprovechó su visita a Pamplona para conocer la sede de la futura Oficina Única de Extranjería, que se ubicará en la Avenida de Guipúzcoa, número 40. La acompañaron Vicente Ripa y los candidatos del PSN al Congreso y al Senado, Carlos Chivite y Juan Moscoso.Foto: bergasa
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