ÁNGEL URTASUN ÚRIZ

La otra cara de la FP

- No es de la misma calidad la formación e inserción laboral tras el grado medio que tras el grado superior de FP

Diario de Navarra, ÁNGEL URTASUN ÚRIZ ES PRESIDENTE DEL CONSEJO ESCOLAR DE NAVARRA, 13-02-2008

S ON claras y ciertas las cifras crecientes de escolarización en las diferentes modalidades de la nueva Formación Profesional en Navarra. Interesa analizar las cifras porcentuales más que las absolutas, porque todo el sistema de enseñanza está creciendo en su conjunto debido a la inmigración y a la recuperación de los índices de natalidad. También es muy alta su inserción laboral, pero hagamos un ejercicio de autocrítica.
Son claras y ciertas las cifras crecientes de escolarización en las diferentes modalidades de la nueva Formación Profesional en Navarra. Interesa analizar las cifras porcentuales más que las absolutas, porque todo el sistema de enseñanza está creciendo en su conjunto debido a la inmigración y a la recuperación de los índices de natalidad. También es muy alta su inserción laboral, pero hagamos un ejercicio de autocrítica. Para ello es menester conocer en profundidad la situación y trabajar en la mejora de las zonas de sombra. No nos ciegue el destello del éxito. Resaltaré tres hechos destacados:

Primero, en este curso hay 744 alumnos en PIP (Programas de Iniciación Profesional). No sólo pretenden alcanzar a través de esta modalidad de estudios el título de graduado en ESO, sino que aspiran a poder conectar después con los ciclos de grado medio y quizás en algún caso excepcional con el propio bachillerato. ¿Por qué no? Las razones por las que un alumno es derivado a un PIP son muy diversas en una edad tan sensible como la adolescencia (14 – 16 años).

Muchas familias y alumnado desconoce la realidad de los PIP. Se mueven más por el boca a boca de la calle, a veces falso, que por el acercamiento real al conocimiento de los centros en los que se imparten estos programas. No diré más. Acérquense a conocer los PIP en los centros en que se imparten. Les sorprenderá lo que enseñan.

En segundo lugar, hay que destacar que otros 366 alumnos cursan el nivel de preparación posterior al grado medio para enlazar con el grado superior. Navarra “inventó” hace años este puente de acceso que evidentemente evita el pasar por Bachillerato para ir al grado superior. No había soporte legal cuando se introdujo en nuestros centros, pero la LOE actual ha corregido esa carencia de la LOGSE. Aquella denostada Ley buscaba el pase por Bachillerato para llegar después a la FP de grado superior.

Contra lo que algunos creen, el hecho de realizar este curso puente no garantiza el pase a la FP superior. Hay que aprobar un examen. Está en la calle que buena parte del alumnado navarro sale, busca y encuentra territorios vecinos para superar esa prueba. Allá se consiguen mejores resultados que en Navarra. Después vuelven a nuestra Comunidad para cursar la FP superior. ¿Es de recibo que suceda este movimiento migratorio de fugaz ida y vuelta?

Y por último, señalar que el 41% de los alumnos graduados en ESO eligen seguir ciclos de FP de grado medio. Si fueran bien en los estudios y desearan llegar un día a la Universidad les costará 5 años como mínimo, el conseguirlo. Si todo va bien llegarán con 21 años a la Universidad.

Del 59% restante, los que elijan Bachillerato podrán alcanzar la Universidad en dos años. A los 18 podrían estar haciendo las pruebas de acceso. ¿Es sostenible esta realidad?.

La mayoría de los que titulan como Técnicos de grado medio de FP se insertan en el mundo laboral. Otros harán el curso puente. Esto es tan cierto como que no es de la misma calidad la formación e inserción laboral tras el grado medio que tras el grado superior de FP.

Pero hay un hecho relevante del tejido productivo que quiero destacar y que incide en uno de los temas cruciales que deben aparecer en el Plan estratégico de la enseñanza en Navarra. Se trata del hecho cierto de que la formación recibida y la titulación lograda de Técnico Superior en cualquier rama de la FP es excelente y poco valorada por el sector empresarial. Seguimos viendo con demasiada frecuencia ofertas de trabajo en las que se solicita titulación superior a la realmente necesaria para el desempeño de la labor profesional ofertada. ¿Por qué? ¿Qué sentido tiene y va a tener tras 2010, que la FP superior y las titulaciones de grado, hasta ahora diplomaturas y licenciaturas, no tengan sus propios campos de actuación y reconocimiento profesional? Coincidirán conmigo en que España, como Europa, se encuentran en un momento suficientemente delicado en el plano económico como para perseguir la eficiencia, sin descuidar la salud física y psíquica de quien se prepara con arduo esfuerzo para unos puestos de trabajo y se ve absorbido por un mercado laboral que no reconoce tal hecho.

No es un tema fácil. Si lo fuera no lo habría sacado a la luz. A las Instituciones educativas nos corresponde trabajar y mejorar el sistema para dar satisfacción a una sociedad que nos debe exigir rendición de cuentas.

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