CHOQUE DE CIVILIZACIONES / La acción policial
Holanda 'prepara' la próxima polémica
El Mundo, , 13-02-2008La Haya alerta de un nuevo documental contra el islam, dirigido por el provocador parlamentario derechista Geert Wilders Las viñetas de Mahoma serán inocentes en comparación con el final que lleva meses prometiendo Fitna (mal o guerra, en árabe), el documental del parlamentario derechista holandés Geert Wilders: una imagen del Profeta – un sacrilegio para los musulmanes – a la que le pasará «algo», posiblemente la destrucción en pedazos o en llamas.
Pero la provocación de Wilders, que ha puesto en alerta a las embajadas holandesas y a los socios europeos, ha tenido una fría acogida en su país, agotado por años de violencia y debates sobre el islam. Desde noviembre, el diputado ya ha pospuesto varias veces su estreno por la dificultad para producir y distribuir, incluso en internet, el corto, que, según él, emitirá un canal holandés en marzo.
En una reunión de ministros de Justicia de la UE en Eslovenia, hace un par de semanas, el holandés Ernst Hirsch Ballin informó a sus colegas del documental y varios expresaron su disgusto. «Holanda sólo trae problemas. Muchos creen que debe hacer más para contener las muestras de intolerancia», asegura un diplomático francés.
Tres años después del asesinato del cineasta Theo Van Gogh, autor de Sumisión, un documental sobre el maltrato de las mujeres en el islam, Holanda intenta superar ese trauma con el olvido. Su Gobierno incluso se ha distanciado de Ayaan Hirsi Ali, antigua diputada estrella, coguionista del filme y también amenazada de muerte. Desde octubre, el Ejecutivo se niega a pagar por la seguridad de la ex parlamentaria liberal fuera de Holanda y critica las muestras de apoyo en Bruselas o París a la somalí – holandesa residente en EEUU, donde colabora con el think tank republicano American Enterprise Institute.
Hirsi Ali pedirá mañana en la Eurocámara la creación de un fondo europeo para personas amenazadas por el extremismo y llegará a Bruselas acompañada de un grupo de intelectuales de la izquierda francesa, movilizados a favor de la ex parlamentaria holandesa, aliada de los neo – conservadores de Bush.
«Hirsi Ali está protegida en Holanda. Ella eligió irse a Estados Unidos», se queja el ministro de Desarrollo holandés, Bert Koenders, que acusa a Francia de «montar un lío».
El Gobierno holandés intenta rebajar, mientras, hasta sus propias provocaciones contra el islam y ha abandonado su proyecto de ley para prohibir el burka en las calles de todo el país, sustituido por la propuesta de vetar el velo que cubre la cara sólo en los colegios y la administración pública.
Aún así, la sociedad holandesa ya está marcada por una creciente fobia al islam, según la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia, un órgano del Consejo de Europa, la organización de defensa de los derechos humanos en Estrasburgo. «Los musulmanes de Holanda han sido objeto de los estereotipos, la estigmatización, el discurso político racista y el retrato tendencioso en los medios y han sido perseguidos de forma desproporcionada», dice el informe, que culpa a los políticos, y no sólo a los más extremistas, del fomento del odio hacia el millón de musulmanes en el país (el 6% de la población).
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