La población hispana se multiplicará por tres en Estados Unidos y llegará casi al 30% del total en el año 2050, si se mantiene la tendencia actual, según un estudio del Pew Research Center de Washington. Uno de cada cinco estadounidenses habrá nacido fuera del país por esas fechas y la mayoría blanca pasará del 67% actual al 47%. La minoría negra se mantendrá en el 13%, mientras los asiáticos crecerán hasta el 9%. El país pasará de los 300 a los 438 millones de habitantes (y más de 130 tendrá sangre latina).

Las proyecciones del Pew Center ratifican las predicciones del censo y han dado argumentos sobrados a las dos facciones enfrentadas sobre la política de inmigración, uno de los temas más candentes en las elecciones primarias demócratas y republicanas.

«Tenemos que preguntarnos a nosotros mismos si queremos 100 millones más de habitantes», declaró al Washington Post Mark Krikorian, al frente del Centro de Estudios de Inmigración. «¿Queremos de verdad 80 millones de coches más en nuestras carreteras y 40 millones de casas más ocupando la tierra?».

«La inmigración no es la solución para acabar con el envejecimiento de la población», recalcó Krikorian, que se remite a las conclusiones del estudio del Pew Research Center: pese a la llegada de sangre joven, los mayores de 65 años casi se duplicarán y supondrán casi el 20% de la población en 2050.

La alteración del paisanaje norteamericano, con los hispanos llegando al 29% (una proporción similar a la que ya se da en California), es tal vez la conclusión más llamativa del informe, que predice sin embargo una creciente fusión de los hispanos con la mayoría blanca por la propensión cada vez más frecuente a los matrimonios interraciales. Muchos descendientes de latinos posiblemente no se identificarán como tales en cuestión de un par de décadas.