vitoria. La integración de los menores extranjeros no acompañados que viven en Álava “pasa por entornos urbanos”, y Armentia parece el enclave vitoriano perfecto para acoger el nuevo recurso del programa educativo Zabaltzen. Ésa es la opinión del grupo juntero (PNV) que sustenta al actual equipo de gobierno, que confía en que el nuevo emplazamiento – discutido durante más de cuatro años – no suscite el rechazo social que provocaron las ubicaciones barajadas con anterioridad como Nanclares y Pobes. “Puede haber individualidades, pero no creo que haya ningún tipo de rechazo”, anunció ayer la juntera jeltzale María Jesús Aguirre.

Armentia es “la solución adecuada”, aseguró, porque al encontrarse dentro de la capital, reúne las características que exige el proyecto redactado por Asuntos Sociales y dispone de los recursos de ocio, culturales y educativos necesarios. Asimismo, las nuevas instalaciones darían salida a la situación de hacinamiento que sufren los menores en la actual sede ubicada en el último piso del edificio de la Cruz Roja. Los monitores del centro Zabaltzen ya denunciaron la semana pasada la “saturación” y la “indignante ausencia de recursos” del emplazamiento. Y es que el centro estaba atendiendo a 27 menores cuando sólo tenía capacidad para hacerse cargo de 12.

En este sentido, explicó Aguirre, el departamento de Política Social de la Diputación asume su responsabilidad y ha adoptado los medios necesarios para poder resolver la situación. Cruz Roja ha duplicado los locales que se destinan a la atención provisional de estos menores y se prevé que el nuevo recurso de Armentia esté en funcionamiento en dos o tres meses. Además, la Diputación ya ha puesto en marcha un piso de emancipación que acoge a seis menores, y la semana que viene entrará otro en funcionamiento.

Son medidas que se vienen adoptando desde que el nuevo equipo de gobierno comenzara a ejercer sus funciones el pasado mes de julio, porque dar solución a la situación de los menores extranjeros no acompañados en Álava ha constituido una “prioridad” para el Ejecutivo foral.

“En seis meses de gobierno, se ha intentado dar una respuesta adecuada a las necesidades y derechos de esos chavales que buscan una solución para una vida digna en nuestro territorio. Llegan aquí huyendo de la miseria y de la violencia, y es responsabilidad de la Diputación ofrecerles los recursos necesarios que se ajusten a su realidad”, reconoció Aguirre.

En cualquier caso, el grupo juntero del PNV asume su parte de culpa, pero advierte de que muchos deberían hacer lo mismo porque el problema no es nuevo. “El asunto del centro Zabaltzen se viene arrastrando desde 2003. Así que, en este sentido, cada uno debería asumir el problema desde su responsabilidad en vez de dedicarse a culpar a los demás”, apuntó ayer el juntero nacionalista Pedro Elosegi, en respuesta a las críticas vertidas hacia el Gobierno foral estos últimos días por los populares alaveses.