Un centro de acogida de menores inmigrantes no acompañados ha vuelto a sufrir un incidente. Dos jóvenes y un vigilante tuvieron que ser atendidos el pasado domingo al inhalar el humo causado en un incendio en el de Arcentales, gestionado por la Diputación de Vizcaya. El responsable foral de Acción Social, Juan María Aburto, admitió ayer que tienen “sospechas” de que el fuego fue provocado por alguno de los residentes.

Ninguno de los tres afectados resultó herido grave, y fueron atendidos en el centro de urgencias médicas de Zalla, explicó Aburto. El incendio se descubrió a las 21.50 del domingo en una habitación y obligó a desalojar a los 22 menores acogidos. El diputado precisó que, mientras llegaban los servicios de emergencia, el responsable del centro y los vigilantes, con la ayuda de dos menores, trataron de extinguir el fuego con extintores, sin resultado positivo.

Tras la intervención de cuatro patrullas de la Ertzaintza, tres camiones de bomberos y dos ambulancias, se lograron extinguir las llamas sobre las 22.23. Dos habitaciones resultaron dañadas, una de ellas “totalmente deteriorada”. Pese a ello, Aburto indicó que los menores pasaron la noche en el centro tras su “readaptaación”.

La Fiscalía de Menores envió ayer un escrito a la Diputación en el que insta al traslado urgente de los jóvenes hasta que concluyan las obras de rehabilitación del inmueble. El diputado busca lugares donde realojarles hasta que vuelvan a Arcentales, dentro de “menos de un mes”. Ha sido el primer incidente grave desde que el centro empezó a funcionar en abril de 2006.

La Diputación concretó ayer que el pasado año atendió a 38.000 personas en situación o riesgo de exclusión social, desamparo o víctimas de maltrato. En cuanto a los menores extranjeros no acompañados, el Departamento de Acción Social se hizo cargo de 455. El diputado destacó que los inmigrantes menores llegan ahora con una edad inferior, “pero con situaciones personales mejores”.