Una de cada tres mujeres que abortan en Málaga ya lo han hecho antes al menos una vez

Las jóvenes y las inmigrantes son las que más recurren a esta vía para no tener un hijo La falta de formación y el desconocimiento de los anticonceptivos, causas de embarazos no deseados

Diario Sur, ÁNGEL ESCALERA, 11-02-2008

Abortar nunca es agradable. Para evitar embarazos no deseados hay suficientes métodos anticonceptivos seguros. Sin embargo, el 35,63% de las 4.476 mujeres que abortaron en Málaga en 2006 siguiendo los supuestos legales ya lo habían hecho al menos en una ocasión anterior, según datos del Ministerio de Sanidad y Consumo. La estadística indica que de las 4.476 féminas que recurrieron en ese año a una interrupción voluntaria de embarazo (IVE) en la provincia de Málaga, 2.881 lo hicieron por primera vez y 1.595 ya habían abortado al menos una vez anteriormente (una de cada tres).

Llama la atención que 34 de las mujeres que se sometieron a una interrupción en 2006 en Málaga (0,76%), habían pasado por ese trance en cinco ocasiones anteriores o más. Aunque el porcentaje es muy bajo, sorprende que esas pacientes sigan optando por abortar cuando hay métodos anticonceptivos que les evitarían quedarse encintas.

Las jóvenes (sobre todo las que tienen de 20 a 29 años) y las inmigrantes son las que más demandan la interrupción voluntaria de un embarazo. ¿Por qué ocurre este hecho? Dos son los motivos principales, según los expertos: en primer lugar, la falta de formación de la población en materia sexual y, en segundo, que las inmigrantes que viven en España desconocen sus derechos y los recursos asistenciales para evitar quedarse en estado, según explicó a este periódico María Jesús Alonso, médica y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Contracepción.

Repetición

La pregunta que cabe hacerse, en vista de que un tercio de las mujeres que se someten a una IVE lo hacen más de una vez, es ¿qué falla para llegar a esa situación de repetición del patrón abortivo? La respuesta parece evidente: las campañas informativas y formativas no terminan de calar, sobre todo en los sectores más vulnerables de la población, como son las jóvenes y las mujeres que proceden de otros países. En el caso de la inmigración, hay que tener en cuenta que la opinión del hombre prevalece y que este se suele mostrar reacio a utilizar el preservativo o a que su pareja tome la píldora anticonceptiva. El resultado es que continúan aumentando las cifras de interrupciones voluntarias de embarazos. Por tanto, una mayor educación sexual desde la adolescencia sería determinante para evitar ese recurso.

España despenalizó el aborto en 1985. Tres son los supuestos que recoge la ley para acogerse a una IVE. El primero contempla un grave peligro para la vida o la salud física o psíquica de la embarazada; el segundo se refiere a que el embarazo sea el fruto de una violación, y el tercero hace referencia a graves taras físicas o psíquicas para el feto.

Estudiar los casos

La ley marca que un médico debe estudiar cada caso e indicar que se puede realizar el aborto. Esa decisión la adopta cuando considera que existe riesgo para la salud mental o física de la mujer si sigue adelante con la gestación. En caso de que el motivo sea el peligro para la salud psíquica de la paciente, un psicólogo o psiquiatra debe certificarlo. Para el segundo supuesto, el que permite el aborto tras una violación, tiene que aportarse la denuncia policial de los hechos. Al tercer supuesto legal se le llama aborto eugenésico y se hace cuando hay anomalías fetales incompatibles con la vida, alteraciones cromosómicas o defectos mayores del desarrollo del feto que comprometen su vida como persona sana.

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