El centro de menores recibe literas tras la denuncia de los trabajadores

Diario de noticias de Alava, txus díez, 09-02-2008

vitoria. El colectivo de trabajadores del centro Zabaltzen, que asiste a casi una treintena de menores subsaharianos hacinados en el último piso de la sede de Cruz Roja en la calle Portal de Castilla, anunció ayer que el departamento de Asuntos Sociales de la Diputación ha instalado literas en el centro tras la denuncia ante los medios de la situación que viven estos jóvenes. “En dos días hemos conseguido que casi todos los menores duerman en una cama (menos uno, al que le toca de nuevo suelo hasta que traigan, por sorpresa, nuevas literas), lo que no ocurría desde marzo de 2007”, afirmaron desde Zabaltzen.

Las precarias condiciones de vida de estos jóvenes han alcanzado la primera línea de actualidad tras conocerse que los 27 subsaharianos cuentan con una única ducha, escasa agua caliente, tres váteres, frío en invierno y calor en verano. La saturación del servicio, causada por la avalancha de pateras de los últimos años, ha alcanzado su punto álgido con la ausencia de camas, que hasta hace unos días obligaba a casi una decena de estos menores a dormir en el suelo.

Los trabajadores de Zabaltzen reconocen que Asuntos Sociales “está implicándose y trabajando para mejorar la situación” de estos jóvenes", y aplaude que se recurra a pisos de acogida hasta que se palíe la situación, pero alerta sobre la capacidad del futuro centro que se está construyendo en Armentia. “Debemos tener en cuenta que el número de menores acogidos supera con mucho al de los que podrían acogerse en el definitivo centro, por lo que nos preguntamos qué ocurriría en este caso”, señala el colectivo de trabajadores en su nota.

Los implicados aseguran no moverse por ninguna motivación política ni con afán de notoriedad, pues afirman haber sido discretos con respecto a la situación de los jóvenes hasta que esta se ha hecho insostenible.

“Durante estos cuatro años y medio venimos reclamando soluciones, utilizando foros internos de la institución, además de que la situación es ya conocida de sobra por todos los grupos políticos de la Diputación y por el Ararteko, que denuncia la situación del centro y su deficiente infraestructura en sus informes”, explican los trabajadores del centro.

Estos se reunieron el pasado martes con el asesor de la diputada de Política Social y Servicios Sociales para plantearles sus reclamaciones y, según explican, la respuesta fue que la institución foral “está trabajando en ello”.

El colectivo, que además defiende en todo momento el papel de los Salesianos, gestores del proyecto, concreta sus demandas en tres puntos. El primero de ellos pasa por las reubicación del centro en un espacio con un mínimo de habitabilidad (duchas, váteres o calefacción), mientras que el segundo aboga por derivar a otros recursos a los jóvenes cuya evolución y madurez así lo aconseje.

Por último, los trabajadores de Zabaltzen piden que el Instituto foral de Bienestar Social trabaje “codo con codo” con ellos para solventar la situación de estos jóvenes sin que la trascendencia a los medios perjudique al proyecto. “Que este comunicado sirva de revulsivo para trabajar más y mejor a favor de los menores”, afirman en ese sentido.

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