La Diputación abrirá en febrero un centro para atender a niños con problemas conductuales sin precedentes en la CAV

Donostia. Dos de los cuatro menores, de 15 y 16 años, detenidos el miércoles como presuntos autores del incendio que destrozó la segunda planta y el tejado del albergue de Segura fueron puestos en libertad sin cargos ayer por la Fiscalía de Menores. Mientras, los otros dos jóvenes, de 16 años, tendrán que ingresar en el centro de internamiento de Zumarraga, según explicó el director de Infancia y Juventud de la Diputación de Gipuzkoa, José Ignacio Insausti.

“El juez ha considerado a uno de ellos como el principal autor del incendio, mientras que al otro, aunque en un principio iba a ser derivado a un centro de atención terapéutica, dado el consumo de droga que presentaba, se ha optado por su internamiento”, concretó Insausti. En cuanto al resto de los menores alojados temporalmente en el albergue Aingeru Guardakoa de Segura, el representante foral aseguró que regresaron ayer, “según lo previsto”, al centro de menores de Tolosa, que hasta el momento se encontraba en proceso de reforma.

Atención especializada Preguntado por el malestar explícito por lo ocurrido entre los vecinos de Segura, Insausti quiso enviar un mensaje tranquilizador. “En febrero vamos a abrir un nuevo centro preparado para atender a menores que presentan problemas conductuales. No va a estar situado en ningún núcleo urbano, sino en el monte, de modo que tengan una atención directa e individualizada para reconducir las pautas de comportamiento social”, reveló el director de Infancia y Juventud.

Este centro, único en la CAV, tendrá aproximadamente 16 plazas y vendrá a completar la atención que, hasta ahora, se llevaba a cabo en Navarra. “Los tres territorios tenemos un convenio con una asociación que se encarga de la atención que necesitan estos menores con problemas”, explicó y, en este sentido, añadió que van a mantener las 10 plazas con las que cuentan en la Comunidad Foral. “Esto minimizará mucho los problemas y va a posibilitar que el resto de los menores sigan con su proyecto educativo”, valoró.

Críticas de sos racismo Como es el caso del resto de menores que se vieron afectados por el incendio de Segura. “Yo me quedo con esa fotografía, cómo los jóvenes del albergue mostraban su malestar y reprochaban a los menores detenidos su actitud porque eran conscientes de que, lo que había hecho uno de sus compañeros, les perjudicaba a ellos directamente”, apuntó Insausti en respuesta, también, a las críticas vertidas ayer por SOS Racismo, desde donde ligaron el incidente al “fracaso” de la Diputación en la “gestión de su responsabilidad para con los menores que tutela”. Peio Aierbe, integrante de este colectivo y editor de la revista Mugak, denunció “la masificación” de estos centros y la falta de educadores. “Los que hay no están formados adecuadamente”, añadió, mientras enumeró una serie de debilidades en la gestión de la Diputación. “Falta de supervisión de la empresa a la que derivan los servicios, malas condiciones salariales, consumo de disolvente entre los menores, etcétera”, detalló.

Sin embargo, Insausti consideró la “crítica como entendible y asumible”, pero pidió prudencia: “SOS Racismo conoce nuestro proyecto y sabe que no todos los menores se adaptan”.