La secretaria ejecutiva de Política Social y Bienestar del PP, Ana Pastor, presentó ayer el Contrato de Integración anunciado el pasado miércoles por Mariano Rajoy como «un compromiso formal y recíproco entre los extranjeros y España». Un compromiso, según apuntó, por el que «los poderes públicos concederán a los inmigrantes los mismos derechos y prestaciones que a los españoles, además de ayudarles a su integración y respetar sus costumbres y creencias, siempre que éstas se enmarquen dentro del ordenamiento jurídico». Esta iniciativa, precisó, «supondrá abrir una nueva etapa en la inmigración».

Pastor hizo esta presentación al término de una reunión mantenida con representantes de diversos colectivos sociales y de familia de la Comunidad. Aunque no concretó detalles de dicho contrato, sí insistió en que la medida propiciaría «la convivencia en igualdad de derechos, y siempre dentro de la Ley». La ex ministra analizó además las políticas llevadas a cabo por el Gobierno socialista durante los últimos cuatro años en materia social y familiar, de las que subrayó «han dejado bastante que desear».

Concretamente, expuso que «una familia necesita ahora 327 euros más al mes para comprar lo mismo que en 2004 y las hipotecas han subido 202 euros al mes». Asimismo, constató que que «ahora hay 80.000 parados más que en 2004», y a continuación resaltó que «España tiene ahora tres millones más de ciudadanos, muchos en edad de trabajar». También se refirió a la mujer, «con salarios más bajos y más paro que el hombre».

Así, anunció que su partido dedicará el 2% del PIB nacional a políticas sociales y de familia, para así «acercar a España a la media Europea». Además, resaltó una subida de 150 euros en las pensiones mínimas y la creación de un plan nacional de Atención a la Dependencia. También se refirió a la reforma fiscal «para que aquellas personas que ganen menos de 16.000 euros al año, tengan una rebaja de 16.000 euros»; y sumó una rebaja adicional de 1.000 euros para la mujer.