segura. Visiblemente afectado, el director de Infancia y Juventud, José Ignacio Insausti, respondía ayer a las preguntas de los periodistas y de varios vecinos enfadados que querían transmitirle sus críticas. “Me hubiera gustado que la salida de Segura hubiera sido de otra manera. Reconozco el impacto que causa en el pueblo tener a estos jóvenes, por el estigma que llevan asociado, pero también el esfuerzo por que tengan un futuro digno”, señaló Insausti, quien tuvo palabras de agradecimiento para el pueblo de Segura por “las incomodidades” que hayan podido sufrir. No obstante, incidió en que son cuestiones aisladas. “Siempre toca algún menor que presenta dificultades de adaptación”, sostuvo.

En este sentido, Insausti se acercó a hablar con los representantes municipales que acudieron a las cercanías del albergue quemado para explicarles lo sucedido en el interior del recinto.

Por otro lado, sin dar cifras, apuntó que la reforma del albergue de Segura, lugar convertido temporalmente en centro de acogida de menores inmigrantes, estaba ya prevista dentro de las actuaciones de reforma de este tipo de residencias. “Era el último que quedaba después de Zarautz y Orio. Ahora la obra prevista, en la que se iban a incorporar aspectos del ámbito de la accesibilidad, será más importante”, expuso. >a.u.s.