Rajoy reformará la Ley de Igualdad para evitar el velo en las escuelas
El contrato de integración se aplicará a quien renueve su permiso de residencia ? Zapatero cree «superfluo» enseñar a los extranjeros las costumbres españolas
La Razón, , 08-02-2008C. Morodo / I. G. de M.
MADRID – Mariano Rajoy parece decidido a coger el toro de la inmigración por los cuernos sin dejarse presionar por la tendencia a hacer demagogia sobre lo políticamente correcto. Constatado el fracaso de las políticas aplicadas en países europeos con mayor tradición migratoria que España, que optaron por no esforzarse en la integración y fomentar el llamado multiculturalismo, el líder del PP también se plantea regular el uso del velo islámico para que no sea un elemento de desigualdad ni en las escuelas ni en ningún otro ámbito de la sociedad.
La propuesta que tiene encima de la mesa, y de él depende modularla y decidir cómo se maneja en la escena pública, no implica una reforma de las leyes educativas, sino de la Ley de Igualdad aprobada por el Gobierno socialista. Es decir, que el PP desvincula su acción en esta materia tanto de la inmigración como de la religión y mete mano al problema por la vía de garantizar por ley la igualdad entre niños y niñas. A los colegios les reconoce su capacidad para adoptar sus medidas, pero el PP defiende que, en líneas generales, no pueda haber signos de diferencia entre los estudiantes por razón de su sexo.
En relación al «contrato de integración», el secretario ejecutivo de Libertades Públicas, Ignacio Astarloa, acusó ayer al PSOE de «irresponsable» por hacer «chascarrillos» sobre las propuestas de su partido. Astarloa destacó que en España viven 1,2 millones de inmigrantes irregulares y llamó la atención sobre la necesidad de poner orden en el «caos». El contrato se ofrecerá a los inmigrantes cuando renueven por primera vez el permiso de residencia, ya que es entonces cuando se puede demostrar, según el PP, su vocación de permanencia en el país. Los populares precisan que no se trata de cambiar sus costumbres, sino de dar un valor jurídico al compromiso de asumir las leyes españolas y los valores de nuestra cultura.
El popular Miguel Arias Cañete aseguró que los inmigrantes han sido «útiles» para el desarrollo de la economía en el desarrollo del sector servicios, pero advirtió de que la mayoría de estos puestos los han ocupado personas poco cualificadas que no han ayudado al aumento de la productividad ni a la «estabilidad» del Sistema de Seguridad Social. Bromeó con el hecho de que ya es difícil encontrar un camarero como los de «antes», al que le encargues una larga comanda y la memorice.
Horas después, José Luis Rodríguez Zapatero arremetió contra el popular y pidió perdón a los inmigrantes por ese comentario. «Les parece bien que los inmigrantes hagan trabajos duros pero mal que puedan hacerse una mamografía», dijo en un acto del partido en Teruel. Por la mañana, Zapatero descalificó por «absolutamente superflua» la propuesta de Rajoy de crear un «contrato de integración» para los inmigrantes. «Lo que tienen que hacer los inmigrantes, al igual que el resto de los ciudadanos españoles, es cumplir las leyes». Para Zapatero, el líder del PP no es el más indicado para hablar de inmigración, porque «perteneció a un Gobierno que dejó en España 700.000 irregulares».
Además, subrayó que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que impulsó un instrumento similar a este «contrato» en Francia, quiere ahora «sumarse a España» para hacer repatriaciones de ilegales. «España es el país que más repatría y el que mejores relaciones ha logrado con los países de África subsahariana». Por eso «Francia nos piden sumarse a este proceso por la vía de la colaboración con España», aseguró.
El presidente no desaprovechó la ocasión para arremeter contra la Conferencia Episcopal. En los micrófonos de Punto Radio, se preguntó qué opinarán los obispos de esa propuesta de los populares. Acto seguido, reconoció que le parecen adecuadas las recomendaciones de la Conferencia sobre el trato a los inmigrantes. Pero el socialista se quedó ayer con las ganas de conocer la opinión de la Conferencia Episcopal. Su responsable de Migraciones y obispo de Sigüenza prefirió no pronunciarse sobre promesas electorales. «No opino sobre promesas electorales ni de éste ni de ningún otro partido, y menos sin conocer los textos de las leyes». Lo hará «cuando llegue el momento, si es que llega».
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