Una joven inmigrante, condenada a salir de España por abandonar a su bebé en Valencia
El juez retira la custodia durante 10 años a la madre de la menor, tutelada por Bienestar Social
Las Provincias,
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08-02-2008
Desesperada por ocultar el embarazo a su compañero sentimental, Guadalupe T. R., una ciudadana paraguaya de 32 años, adoptó una radical decisión: tras dar a luz a su pequeño en Elche, tomó un autobús en dirección hacia Valencia y abandonó a su suerte al recién nacido en un jardín de la calle Doctor Olóriz de la capital. Sólo los llantos del pequeño, que pasó a la intemperie toda la madrugada, alertaron a los dos propietarios de un bar y el bebé salvó la vida.
El caso llegó ayer a su culminación judicial. La acusada reconoció los hechos ante el titular del juzgado de lo penal número nueve de Valencia y se confesó autora de un delito de abandono de menor.
El fiscal pedía inicialmente una pena de cuatro años de prisión para la acusada. Tras el acuerdo de conformidad, el ministerio público rebajó la condena a dos años de cárcel, aunque esta será sustituida por la medida de expulsión del territorio nacional de la procesada, ya que la joven se hallaba en situación irregular en nuestro país.
No fue esta la única medida acordada ayer en el juzgado por el fiscal. La sentencia incluirá también la retirada a la madre de la patria potestad del pequeño durante un periodo de 10 años.
Tras su arresto en Crevillente, su lugar de residencia, la mujer fue ingresada en un centro penitenciario al solicitarlo así la Fiscalía por “poner en peligro la vida” de su hijo.
La calificación del ministerio público relata cómo Guadalupe dio a luz a su pequeño el 29 de septiembre, en el Hospital Universitario de Elche. El 1 de octubre recibió el alta médica.
La joven se marchó del centro sanitario tras envolver al pequeño “con un pañal, una sábana y una toalla”, ya que la madre no se llevó nada de ropa para el pequeño al hospital, según explica la acusación pública.
Su siguiente paso fue dirigirse a la estación de autobuses de Elche y adquirir un billete para Valencia. A las seis de la tarde, la procesada llegó a la capital.
Tras caminar unas cuantas manzanas desde la estación de autobuses de Valencia, y alrededor de las 10 de la noche, la ciudadana paraguaya decidió culminar su delito en un pequeño jardín situado en una acera de la calle Doctor Olóriz. La joven dejó a su hijo “en el suelo” y únicamente envuelto con las escasas prendas que llevaba.
Sin perder tiempo, la mujer regresó a la estación de autobuses y viajó de vuelta a Elche. La investigación de la Policía Nacional inició una investigación que arrojó rápidos resultados: menos de un mes después, la sospechosa era detenida y puesta a disposición judicial.
Un aspecto fue clave a la hora de localizar a la autora del abandono del bebé: la pinza del cordón umbilical con la que el pequeño fue abandonado y que permitió a los agentes seguir el rastro de la procesada.
Los investigadores se ciñieron a los alumbramientos registrados entre el 24 de septiembre y el 1 de octubre y pidieron información a la empresa distribuidora de material quirúrgico – asentada en Barcelona – información sobre sus clientes.
El abanico de posibilidades se redujo a media docena de hospitales públicos valencianos. Aunque unos primeros indicios llevaron a la policía hasta Callosa d’En Sarrià, el rastro llevó finalmente a los agentes hasta el hospital de Elche. Los rasgos sudamericanos que presentaba el pequeño acabó por acotar el número de mujeres sospechosas.
Desde octubre, el pequeño abandonado se encuentra en situación de “tutela y acogimiento familiar” por parte de la Conselleria de Bienestar Social. El menor fue dado de alta tras pasar algunos días en el hospital La Fe y comprobar que se hallaba en perfecto estado de salud.
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