ÁNGEL MARÍN. BARCELONA.
La apuesta de los inmigrantes, sobre todo de los sudamericanos, por aprender el catalán ha revivido los centros de normalización lingüística que «hace unos años pensaban en cerrar la barraca» por falta de alumnos, según afirmó ayer Bernat Joan, secretario de Política Lingüística de la Generalitat.
En la presentación del balance del plan de acogida lingüística 2005-2007 de Barcelona, Bernat Joan reconoció que los cambios demográficos a causa de la oleada de nuevos inmigrantes cogieron por «sorpresa» a los centros para la normalización lingüística que, sin embargo, reaccionaron con «mucha flexibilidad para dar respuesta a la necesidad de formación (de los inmigrantes)» de la lengua catalana. En la ciudad de Barcelona, aseguró el secretario de Política Lingüística, «no hay lista de espera» porque cada semana empiezan entre 10 y 15 cursos básicos de catalán, con diferentes horarios y días, para atender la alta demanda de plazas (unas 250 semanales) por parte de los extranjeros.
«No hay listas de espera»
Las inscripciones en los cursos básicos de catalán se han duplicado en los últimos tres años, al pasar de 10.605 a 20.038 alumnos entre 2004 y 2007, respectivamente; lo que supone un incremento del 89 por ciento del número de inscripciones.
Sin embargo, únicamente seis de cada diez alumnos (63 por ciento) acude regularmente a las 45 horas del nivel básico frente al 37 por ciento que abandona las clases a principio o mitad de curso. Tan sólo el 55 por ciento de los nuevos alumnos de catalán aprueban el curso inicial y después se apuntan a otro de nivel superior
«El reto de Cataluña es conseguir que los recién llegados tengan las mismas oportunidades que los autóctonos, algo que pasa por dominar el catalán», subrayó Bernat Joan. El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Carles Martí,resaltó, por su parte, que las cifras del plan de acogida lingüística demuestran que «los inmigrantes han tomado conciencia de que el catalán es una lengua útil y necesaria para ser ciudadano de este país». Para el teniente de alcalde socialista, el conocimiento del catalán es un elemento «clave» para la cohesión social porque «para conocer Barcelona es necesario saber catalán, y viceversa».
En los próximos meses, el Ayuntamiento de Barcelona abrirá un nuevo centro para la normalización lingüística, emplazado en la calle Aviñón, número 2, que complementará las actividades que ofrece el local de la plaza de Cataluña. La Generalitat y el Consistorio destinarán 8 millones de euros para ampliar la oferta de cursos de catalán en 2008.