Los electores hispanos respaldan de forma rotunda a Hillary Clinton Un «peso» de cuarenta millones
ABC, 07-02-2008AP
Seguidores de la precandidata demócrata Hillary Clinton, durante un mitin en Burbank (California)
MANUEL M. CASCANTE
ENVIADO ESPECIAL
LOS ÁNGELES. La comunidad hispana en Estados Unidos habría sido determinante para la pequeña victoria de Hillary Clinton sobre Barack Obama en el «supermartes» electoral. En cualquier caso, el voto latino tiene ya un peso específico en la política norteamericana y lo tendrá aún más en el futuro inmediato, especialmente en aquellos Estados (Nuevo México, California Arizona, Colorado, Nueva York) donde su presencia demográfica es mayor.
Un 15 por ciento de cuantos acudieron a las urnas fueron ciudadanos de origen hispanoamericano; casi tantos como los afroamericanos, un 17 por ciento, que desde siempre han mostrado altas cifras de participación política. El llamado voto café, que apoyó masivamente (65 por ciento según las primeras encuestas de la cadena NBC) a Hillary Clinton, se habría impuesto al voto negro, volcado en masa hacia Barack Obama.
«Los Clinton tienen una historia positiva con los votantes latinos. Obama ganó apoyo entre los votantes nuevos, pero la clase media y los latinos de mayor edad se quedaron con Clinton», apreciaba Bill Richardson, gobernador de Nuevo México, Estado donde aún se recuentan las papeletas para decidir un vencedor en las filas demócratas.
De hecho, los hispanos han impuesto también la agenda electoral. Harry Pachon, presidente del Instituto de Política Tomás Rivera, concluye que «antes era la política de tacos y sombreros: los candidatos venían a Los Ángeles, comían enchilada y decían «necesitou su vouto». Ahora hablan de temas específicos como las licencias de conducir. Incluso en el Partido Republicano el lenguaje contra los indocumentados cambió. En Iowa y New Hampshire hablaban de echarlos a México, pero desde que entraron al suroeste no atacaron a los inmigrantes».
En California, la fidelidad de los latinos decidió el triunfo de Hillary Clinton, que se impuso en los 58 condados con diez puntos de ventaja sobre Barack Obama en el cómputo global del Estado. La senadora por Nueva York suma así 42 delegados más para la convención demócrata de Denver, mientras que el senador de Illinois sólo allega 23 representantes.
Según las primeras encuestas de la cadena CNN, entre los demócratas fueron las mujeres y los ciudadanos de entre 45 y 59 años quienes forman los principales grupos electorales. Sólo los latinos más jóvenes se habrían inclinado por Obama, así como las personas que confiesan no acudir nunca a ceremonias religiosas.
Por McCain
En el bando republicano, John McCain también triunfa en la totalidad de los condados de California y se hace con todos los delegados (53) para la convención de Minneapolis. Los hombres y los mayores de 60 años fueron los que más se dejaron ver por los centros de votación. Romney fue el favorito para los protestantes y los jóvenes de entre 25 y 29 años, mientras que Huckabee se cobró la confianza de aquéllos que más visitan las iglesias.
El censo de 2006 revela que el 14,8 por ciento de los residentes en Estados Unidos – casi cuarenta millones – es de origen hispano. Según las previsiones, para 2010 serán alrededor de 56 millones; una década más tarde superarán los 80 millones, y en 2050 serán más de 154 millones, una tercera parte de la población del país.
Desde el año 2000 se ha incrementado en diez millones el número de inmigrantes, de los cuales más de la mitad son irregulares. En total, se calcula que unos 12 millones de indocumentados viven en EE.UU.; de ellos, diez millones son hispanos (y casi siete millones, mexicanos).
Entre la población hispana, el 22,6 por ciento vive en la pobreza, frente al 12,4 por ciento de la población total. Los dominicanos serían los menos favorecidos dentro de la comunidad. Los ingresos de la minoría hispana son inferiores a los de los blancos no hispanos y a los ciudadanos de otras razas.
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