Poder latino para Hillary
El desinterés de Obama por esta minoría y la mano dura de los republicanos hacia la inmigración les pasa factura electoral
Diario de Noticias, , 07-02-2008Washington. Las elecciones primarias del supermartes han sido una muestra de poder del voto latino, que está en alza en todo el país y que fue un bloque clave para la demócrata Hillary Clinton y el republicano John McCain.
Clinton y su rival, el senador Barack Obama, reconocieron el valor de esa minoría e hicieron un esfuerzo especial por llevar su mensaje a los latinos en los estados donde tienen mayor presencia. Sin embargo, Clinton se los llevó de calle, según los sondeos realizados por la cadena CNN a la salida de las urnas.
En las primarias demócratas de California, casi un 70% de los latinos se decantaron por la ex primera dama, lo que le dio la victoria en ese estado, el más valioso por su alto número de delegados.
Clinton logró el 56% en Nuevo México y un 55% en Arizona, que son otros dos de los estados con mayor sabor latino.
La razón, a juicio de Rodolfo de la Garza, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Columbia, es la familiaridad que los latinos tienen con Clinton y su esposo. “Se acuerdan de Bill Clinton. A Obama no le conocen”, afirmó.
tensión entre minorías Otra explicación es que los hispanos no están dispuestos a votar por un negro, una teoría expresada hace unas semanas por Sergio Bendixen, un encuestador que trabaja para Clinton, que levantó una polvareda de protestas. De la Garza rechazó esa idea. “Ese tipo sabe que no es cierto y si no lo sabe, no debería hacer el trabajo que hace”, afirmó.
De lo que nadie duda es que en las primarias de ayer, en las que votaron 24 estados, los hispanos dieron una muestra de que han ganado influencia en la arena política de EEUU.
En California “ha habido un aumento espectacular del número de latinos que se han registrado para votar desde las protestas masivas a favor de la reforma migratoria”, según Louis DeSipio, profesor de la Universidad de California en Irvine.
Esas manifestaciones no alcanzaron su objetivo, por lo que el destino de los 12 millones de trabajadores clandestinos que residen en EEUU será un tema pendiente para el próximo habitante de la Casa Blanca.
Sin embargo, las protestas sí lograron movilizar a los hispanos y que muchos se tomen en serio el debate político. Eso se ha traducido en un salto en el número de latinos que se han apuntado para votar, un paso necesario para acudir a las urnas.
En California, un 30% de los votantes demócratas ayer fueron latinos y en el bando republicano sumaron un 13%, según DeSipio.
A nivel nacional, entre un 10,5 y un 11% del votante en las generales de noviembre será hispano, según Thomas Mann, analista de la Institución Brookings. En 2004 fueron el 8,5%.
En el lado republicano, estas cifras deberían crear preocupación, según los expertos. Una base importante del partido rechaza cualquier medida para regularizar a los trabajadores clandestinos y a ella han apelado los candidatos Mitt Romney y Mike Huckabee. Sus medidas de mano dura contra la inmigración han asustado incluso a muchos latinos que tienen papeles legales.
McCain desbancó a sus contrincantes entre los hispanos por su apoyo a la reforma migratoria, de acuerdo con los analistas, aunque el voto latino es menos importante en las primarias republicanas que en las demócratas porque constituye un porcentaje menor del total.
Si el senador resulta el candidato republicano a la presidencia, como es probable, logrará disminuir pero no parar la pérdida de voto latino de su partido, según DeSipio. En 2004, el presidente George W. Bush logró el apoyo del 38% de los hispanos, pero esa cifra caerá hasta el 31%, en su opinión.
Eso no significa automáticamente un golpe mortal para la candidatura republicana. Los latinos se concentran en estados poco significativos para el partido, como California, Nueva York e Illinois, que ya está previsto que se lleve el candidato demócrata. Su voto tendrá más importancia en Florida, Nevada, Colorado y Nuevo México, estados que están en liza entre los dos partidos.
En todo caso, el supermartes ha demostrado que ningún candidato se puede permitir el lujo de ignorarlo.
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