Pese al alto número de inmigrantes, las aulas gallegas han perdido más de 100.000 estudiantes desde 1997

El alto número de estudiantes extranjeros que han llegado a la comunidad durante los últimos años no ha sido suficiente para contener la caída del alumnado en los centros gallegos. A pesar de que durante el último decenio el número de estudiantes procedentes del exterior se ha multiplicado por siete, la cifra total de alumnos se ha reducido en 100.000 estudiantes en el mismo período, sobre todo en primaria, secundaria y bachillerato. Si durante el curso 1997 – 1998 llegaron a Galicia un total de 1.515 alumnos extranjeros, en este curso lo han hecho 11.685.

La caída registrada en las aulas en el curso actual no ha podido ser compensada con el notable incremento del número de alumnos sin nacionalidad española. Hasta un 11% llegó a dispararse este dato, con mil alumnos más que en el 2006 – 2007, mientras que la cifra total se reducía en los tres niveles principales – primaria, secundaria y bachillerato – en más de 2.000 matriculados. Precisamente, son en estas tres etapas donde se concentran el mayor número de extranjeros que llegan a Galicia. Los últimos datos de la Consellería de Educación hablan de 8.015 estudiantes, más del 68%, que van desde los 6 hasta los 18 años, siendo los seis cursos de primaria los que más extranjeros acogen.

Fuentes del departamento que dirige Laura Sánchez Piñón apuntan, sin embargo, a que, si estos datos se comparan con los del resto de las comunidades, la incidencia de estos alumnos es mucho menor, ya que Galicia se sitúa lejos de los datos que registran Madrid o Cataluña. Para atender a estos alumnos, las mismas fuentes apuntan a que todos los centros están recibiendo el suficiente número de profesores y materiales de refuerzo y se están creando las oportunas aulas de lenguas, para los estudiantes con problemas de idioma, y de las de acogida, donde se les introduce en las materias españolas.

Lo que sí reclaman desde las asociaciones de padres es que los centros públicos no se conviertan en guetos por una mayor concentración de alumnos inmigrantes. Durante el curso pasado, más del 80% de este colectivo fue escolarizado en sus aulas, una muestra, según dicen, del elitismo de los concertados, que «se cierran a la gente que ellos consideran marginal». Desde la consellería apuntan a que esto es consecuencia de que muchas familias que llegan a Galicia no pueden hacer frente a gastos que conllevan este tipo de centros, como el transporte escolar. No obstante, la falta de legislación impide establecer unas tasas mínimas de alumnado extranjero en los centros.