La circulación del tráfico en ambos sentidos en el casco urbano de Marín se convirtió ayer por la tarde en un caos durante la manifestación realizada por la plataforma de vendedores ambulantes, que agrupa a los cooperativistas de etnia gitana del mercadillo. La protesta comenzó en las inmediaciones de la plaza de Marqués de Valterra, en Estribela, y provocó problemas en el tráfico en todo el casco urbano, ya que los ambulantes organizaron una doble movilización. Por una parte, un grupo en coches y furgonetas se desplazó por la avenida de Ourense para luego girar a través de las calles del centro urbano hacia Calvo Sotelo y regresar al punto de partida, un hecho que, ya por sí solo, causó retenciones considerables tanto para entrar como para salir de Marín.

Por otra parte, otro grupo de personas a pie se dirigió hasta el Ayuntamiento marinense, donde se concentraron y dificultaron el paso de los coches por la avenida de Ourense, atravesando el paso de cebra cada pocos minutos. En este caso, los manifestantes portaban una pancarta con el lema «En contra del desprecio y la discriminación política».

El portavoz de la plataforma de afectados, Sinaí Giménez, explicó ayer que la protesta quiere expresar el malestar de los ambulantes con la actitud del gobierno local de Marín, que ha limitado este año el número de puestos para la cooperativa de diez a uno, alegando el incumplimiento reiterado de la normativa municipal. Giménez cree que las razones aducidas por el Concello son una excusa. «No se puede secuestrar a la cooperativa, que es válida y se aplica en todos los sectores laborales. ¿Por qué el Ayuntamiento de Marín actúa en el sector del mercadillo únicamente», afirmó.

Los manifestantes advitieron también de que las protestas irán a más.