Jesús Gallego Herranz, segoviano de origen, llegó a Puente la Reina hace 14 años y desde hace 13 es el director del Centro Puente, en el que trabajan con adolescentes, e incluso menores, con distintas problemáticas que se manifiestan en un fracaso escolar que les dificulta su desarrollo su integración en el mundo laboral.
Con su experiencia como base, Gallego participó ayer en las XXXVI Jornadas de Centros Educativos que acoge hasta hoy la Universidad de Navarra, cita que se centra en los retos de la diversidad en el aula. El director del Centro Puente ofreció la conferencia Diversidad y conflicto social en el aula.

¿Qué se entiende exactamente por diversidad?

No hay sólo un tipo de diversidad, del que habitualmente se habla y está muy de moda, que es la multiculturalidad por la inmigración. Hay otras diversidades que hay que atender. Hay una diversidad en formas de aprender y en intereses. Hay gente que quiere aprender y gente que no, y estos dos tipos de alumnos están en una misma clase. Estas diversidades son muy importantes y crean mucho conflicto. Para educar hace falta la tribu entera, pero la tribu anda haciendo el indio. Hay un mundo muy confuso y partimos de una sociedad líquida, muy desestructurada y cambiante, y el mundo educativo necesita estructura. Estamos en un mundo en el que la ética está muy disuelta y el mundo educativo necesita ética. Hay mucha confusión, lo que nos crea muchos problemas. En el mundo educativo también hay cosas confusas, demasiada dependencia de las leyes y más problemas sobre cómo se forma el pensamiento. En el aula nos falta poner compromiso, claridad y el gran valor del grupo. Hay muchas diversidades, mucho que diversificar y cada equipo docente lo tiene que orientar.

¿Esa diversidad genera conflictos sociales en el aula?

Se están generando muchos. En el aula hay una situación no de muchos conflictos, sino de conflictos que se viven muy mal. Lo más terrible del conflicto es cómo lo viven los educadores. Hay muchos educadores que están viviendo las cosas con mucho dramatismo y tristeza, y de ahí el fenómeno de los profesores quemados. Esto no se produce porque los conflictos sean graves o no, sino de cómo los vivimos y qué capacidad tenemos para afrontarlos.

¿Qué conflictos de los que se dan en una clase son los más graves?

Los que se viven son los de convivencia y disciplina. Una de las cosas que más angustian a los profesores es el alumno que no deja dar la clase. Se imparte cada clase como un terrible fracaso, y esto se soporta muy mal y produce un desgaste terrible.

¿Quién es el mayor perjudicado de un alumno conflictivo: el profesor, los compañeros o él?

La sociedad. Y quien peor lo vive es quien se siente víctima, que en un tipo de conflictos es el educador y, en otro, cierto tipo de alumnos. Desde los que sufren las consecuencias de la mala convivencia a los que sufren las consecuencias de no poder aprender y no poder desarrollar sus capacidades.

¿Cómo se debe trabajar con un alumno que no permite impartir las clases?

Hay un elemento importante: la recuperación de la autoridad. Para ello hay que recuperar el valor del equipo educativo. A la hora de enfrentarse a una situación conflictiva, los educadores deben trabajar de una forma consensuada, con decisiones analizadas y trabajadas por el equipo.

¿Recuperar la autoridad conlleva recuperar o ejercer la disciplina?

Disciplina significa aprender y hay que recuperarla. Todos solemos recordar a los profesores que han sido más exigentes, y detrás de esto está el concepto de los profesores que han sido claros. La disciplina es claridad. Si fuésemos claros y estructurados, tendríamos menos problemas.

¿Cómo se está asimilando en los centros educativos la diversidad generada por la inmigración?

Es un fenómeno importante y que está generando problemas. El discurso que se genera alrededor de ese problema es confuso. Se vive como que la diversidad nos enriquece a todos, pero la realidad es que en muchas situaciones del aula produce una diferencia entre alumnos que nos crea conflicto. Ha venido muy de golpe y no sabemos como conjugarla en el aula.

¿Los profesores están preparados para las nuevas circunstancias?

Los profesores nunca están suficientemente preparados. Dos de los problemas que tiene la educación es la formación inicial y la selección del profesorado. Hay gente que puede creerse que vale como educador y la realidad dice que no.

¿Se puede llegar a tener miedo a los alumnos?

El miedo es una cuestión muy presente en todos los ámbitos de la sociedad, también en la escuela.