La Generalitat ha intervenido en los últimos cinco años en 223 casos por posible riesgo de ablación, según informó ayer la consejera de Acción Social y Ciudadanía, Carme Capdevila, en la presentación de la segunda edición del Protocolo para prevenir la mutilación genital femenina.

Las intervenciones de la Administración catalana incluyen tanto los casos de riesgo donde ha habido sospecha como los trabajos de información y sensibilización directa o las denuncias judiciales en caso de riesgo inminente. Capdevila señaló que, a pesar de las diversas intervenciones, «no se ha dictado ninguna condena por mutilación genital femenina».

En este sentido, Inma Pérez, secretaria de Infancia y Adolescencia, sostuvo que si no hay condena se entiende que «no ha habido ninguna mutilación».

Para Oriol Amorós, secretario de Inmigración, el aumento de las alertas, que han pasado de 20 en 2003 a 68 en 2007, «es una buena noticia», ya que, en su opinión, denota que la Generalitat ha sido capaz de llegar a más casos.

La reedición del protocolo para prevenir la ablación se enmarca en el Día Mundial contra la Mutilación Genital Femenina, que se celebra mañana. La guía pretende adaptarse al nuevo marco legislativo y actualizar los circuitos de actuación para detectar y actuar con antelación ante posibles casos de riesgo.

Dos de los objetivos del protocolo son reforzar la labor de las entidades que trabajan en la prevención e impulsar mesas de trabajo de salud e inmigración. El secretario de Inmigración sostuvo que promover la colaboración con los países de origen para erradicar esta práctica es el fin último del nuevo protocolo.