La policía impide que un centenar de jóvenes linchen en Villena a un grupo de suramericanos

Los agentes de seguridad refuerzan la vigilancia mientras varios testigos aseguran que alguno de los atacantes llevaba navajas

Las Provincias, RAMÓN BERNABÉU, 03-02-2008

La xenofobia está convirtiéndose en un gran problema en Villena. La localidad alicantina ha vivido esta semana un brote racista que empieza a adquirir dimensiones preocupantes. Los Cuerpos de Seguridad han tenido que redoblar la vigilancia para tratar de evitar altercados en las calles entre jóvenes españoles y suramericanos. La Policía tuvo que intervenir para impedir que un grupo de extranjeros fueran linchados en la madrugada de ayer como una particular venganza de otra pelea ocurrida poco más de 24 horas antes.

Los hechos ocurrieron el pasado jueves por la tarde y, pese a que finalmente todo quedó en un altercado, la Policía Local ha decidido reforzar la vigilancia para evitar que haya mayores disgustos. Efectivos del cuerpo de seguridad municipal tuvieron que dispersar a un numeroso grupo de adolescentes de Villena cuando estaban a punto de tomarse la justicia por su mano con varios de los jóvenes latinos que participaron en la multitudinaria pelea del pasado miércoles.

No hubo heridos de consideración, pero los hechos pudieron haber traído consecuencias más graves. En la pelea, uno de los estudiantes villenenses fue golpeado con una botella en la cabeza y los facultativos tuvieron que realizarle hasta seis puntos de sutura para cerrar los cortes.

Pese a que dos de los agresores han sido ingresados en el centro de menores y otros dos permanecen en libertad vigilada por orden de la juez de Menores, los jóvenes españoles no parecen dispuestos a conformarse con las medidas tomadas por los tribunales. Se sienten agraviados y no cejan en su empeño en tratar de consumar a toda costa su particular venganza.

Tanto es así que las horas nocturnas del pasado viernes se convirtieron en una auténtica “noche de cuchillos largos”. De hecho, según han revelado testigos presenciales a LAS PROVINCIAS, alguno de los jóvenes españoles llegó a exhibir una navaja.

Ante el cariz que ha tomado la situación, a la Policía no le quedó más remedio que extremar la vigilancia con más patrullas de las habituales los fines de semana, para poder controlar al centenar de jóvenes exaltados que deambulaban por las céntricas calles de Villena a la caza y captura de “conguitos”, como ellos mismos denominan peyorativamente a las personas de origen suramericano.

La labor policial se alargó varias horas, ya que los agentes no daban abasto para mantener el orden. Los agentes se seguridad tuvieron que dispersar, una por una, a las diferentes pandillas que se iban concentrando en las inmediaciones de un local frecuentado por adolescentes de origen latinoamericano.

Ante la presencia policial, los jóvenes villenenses se fueron retirando a sus casas y las calles se quedaron tranquilas. Pero todo hace augurar que la calma pudiera volverse a romper durante la madrugada de hoy. Por ello, los miembros de las Fuerzas de Seguridad han anunciado que no bajan la guardia.

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