Mariana Huidobro, la madre del principal condenado por dejar en coma al guardia urbano, estaba indignada. Su hijo, Rodrigo Lanza, sigue en prisión y se le ha impuesto, como autor material del lanzamiento de la piedra que hirió al agente, cuatro años y medio de cárcel. Tras conocer la sentencia, explicó que “esperaba una condena mayor”, aunque “no porque Rodrigo haya hecho nada”, sino porque le parece que este juicio ha sido “una vergüenza”. “Estoy escandalizada con el tribunal, creo que los jueces han querido quitar un poco el matiz racista que ha tenido la prisión preventiva a los chicos”. Y repitió: “Vamos a ir al Tribunal Supremo y yo estoy segura que ahí van a salir absueltos”.
Mariana explicó que ha visto el proceso “bastante viciado desde el principio”, porque “ha habido muchas irregularidades”. Lamentó, según Europa Press, que la única versión “estudiada haya sido la de la policía” y que la acusación contra su hijo y sus dos compañeros respondiera a la posibilidad de que estuvieran ilegalmente en España, “lo cual no era así”. “Todo esto ha tenido un tinte racista desde el principio”, dijo.