A pesar de que las encuestas otorgan a Hillary Clinton un dominio abrumador dentro de la comunidad latina, Barack Obama no tira la toalla y durante la semana previa al supermartes ha lanzado una potente campaña de seducción del voto latino. Bajo el título de «El nos entiende», figura un anuncio en español en el que participa Luis Gutiérrez, un congresista demócrata también de Illinois, y donde se cuenta el historial de compromiso con los latinos de Obama cuando era diputado en el parlamento de este estado. Pero la guinda llegará hoy de la mano de Ted Kennedy. El carismático senador, que fue coautor del proyecto de ley de reforma inmigratoria del año pasado, hará campaña con Obama en California.

Obviamente, Hillary no quiere quedarse atrás en esta competición e intentará amarrar el voto hispano con un anuncio titulado «Nuestra amiga», y que pone de relieve la larga vinculación que une a la ex primera dama con la comunidad latina. Está previsto que el spot se pase en las televisiones de California, Arizona, Nueva York y Connecticut. Sin embargo, el punto fuerte de Hillary es el apoyo que ha recibido de los líderes más carismáticos de la comunidad latina, como Antonio Villaraigosa, alcalde de Los Angeles, y el dirigente del sindicato de granjeros César Chávez.

A diferencia de Obama, Hillary hace tiempo que se está trabajando el voto hispano. Por ejemplo, cuenta con una responsable de prensa dedicada en exclusiva a los medios latinos y algunos de sus estrategas electorales conocen muy bien esta comunidad. Incluso Gutiérrez reconoce que Obama «no ha hecho suficientes esfuerzos» para llegar a esta comunidad.

Los expertos consideran que el voto hispano puede ser muy importante a la hora de decantar la balanza entre Obama y Hillary en la jornada clave del próximo 5 de febrero, donde votarán 22 estados. Dentro de este grupo, los más populosos, y en consecuencia los que eligen un mayor número de delegados, cuentan con un elevado porcentaje de población latina. Por ejemplo, en California, representan más del 30% de la población del estado; en Arizona, un 25%; y en Nueva York y Nueva Jersey, alrededor del 15%. Nuevo México es el estado donde hay más latinos. En concreto, son el 42%.

Sin embargo, es difícil predecir qué porcentaje representarán sobre el total de votantes el próximo martes. Tradicionalmente, ésta ha sido una comunidad apática políticamente, pero, durante el debate sobre la inmigración, los latinos demostraron una capacidad de movilización en la calle sin precedentes que se podría reflejar también en las urnas.