Barakaldo llevará a Inmigración los casos de extranjeros que delincan en la zona de copas

El alcalde lanza una advertencia contra este colectivo.

Deia, Aitor Alonso, 30-01-2008

Barakaldo. El alcalde de Barakaldo puso ayer al colectivo extranjero en el ojo del huracán de la creciente percepción de inseguridad ciudadana que se vive en la zona de ocio nocturno de Juan de Garay. Tontxu Rodríguez no culpó directamente a los inmigrantes de las peleas, los altercados, los hurtos ni tampoco del resto de actos incívicos que se producen las noches de los fines de semana, pero sí les lanzó una seria advertencia: en caso de que constate que son protagonistas de algún delito pondrá su caso en manos de los servicios de Inmigración para que lo resuelva.

“Si se producen acciones por parte de personas que no son españolas, que son extranjeras, se dará cuenta de ello a los servicios de Inmigración para que actúen en consecuencia”, manifestó el primer edil. El mandatario socialista hizo estas declaraciones en base a comentarios en los que supuestamente se acusa a los inmigrantes de estar detrás de la comisión de actos incívicos aunque no aportó dato objetivo alguno que avalase dicho temor contra las personas extranjeras. “Se ha hablado que era un grupo de personas extranjeras”, afirmó Rodríguez.

El cargo socialista realizó estas declaraciones en su primera comparecencia pública desde que la situación de Juan de Garay y calles aledañas volviera a convertirse en actualidad hace ahora una semana tras las denuncias de comerciantes, vecinos y hosteleros de la zona. El alcalde negó que existan problemas de seguridad en la zona, al igual que ya hiciera el pasado jueves la concejala de Seguridad Ciudadana, Olga Santamaría, y aseguró que más bien es una cuestión de educación. A este respecto, el primer edil hizo un llamamiento a los padres de los jóvenes que frecuentan este ambiente para que “hagan algo para que cuando sus hijos vayan a una zona de ocio sepan comportarse”.

El alcalde de Barakaldo realizó un balance positivo del primer fin de semana en el que el Ayuntamiento duplicó la presencia policial en la zona de ocio nocturno para “tranquilizar” a los padres y vecinos. A pesar de que en algunos momentos de la noche 29 agentes llegaron a patrullar las calles donde se localiza el epicentro de la fiesta, no pudieron evitar que se produjera el hurto de dos bolsos, insultos de los jóvenes contra la autoridad y el desalojo de un pub en cuyo interior alguien vació un bote de spray antiagresión. “No creo que estos incidentes difieran de los que se producen en otras zonas de ambiente en localidades cercanas”, espetó el regidor socialista.

Más policías “hasta verano” Este despliegue policial se mantendrá, tal y como anunció ayer, “casi hasta verano” para garantizar la tranquilidad. Incluso algunos días se verá reforzado con la Ertzaintza, como este próximo sábado, cuando diez agentes de la Policía autonómica apoyen a la autoridad local ante un previsible aumento de la gente que salga de fiesta por Juan de Garay con motivo de los carnavales. En este punto, tiró del estribillo de la vieja canción de Eskorbuto que decía Mucha Policía, poca diversión… para dar fe de que una mayor presencia policial en la calle siempre es un aval para mantener el orden en las zonas de marcha.

No obstante, Tontxu Rodríguez arrojó una última advertencia a aquellos jóvenes que se desplazan hasta la localidad fabril los fines de semana buscando bronca. “Frente a la creencia de que Barakaldo es un pueblo impune, demostraremos una tolerancia cero contra aquellos que vengan a montar broncas y peleas”, anunció. Para ello el Ayuntamiento está preparando una ordenanza antibotellón como la que ya existe en Bilbao.

SOS Racismo

· Reacción de la ONG. “Pensamos que lo que ha dicho el alcalde de Barakaldo es una criminalización gratuita, una generalización, poniendo como chivo expiatorio a la población inmigrante de problemas sociales complejos que tienen que ver con los chavales, con el ocio y las formas de ocio pero que no es una problema de inmigración. Es lo que se llama culturalización de los conflictos. El caso es muy parecido a lo que hemos visto en Alarcón”.

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