La Policía intensificará la vigilancia para prevenir agresiones a prostitutas

El Ayuntamiento estudiará con la comisión anti-sida la necesidad de adoptar «medidas especiales»

El Correo, LUIS LÓPEZ / BEATRIZ CORRAL, 29-01-2008

Ser prostituta es como tener todas las papeletas para el sorteo de calamidades: mujer, joven, inmigrante, sin papeles y sin dinero. Y su situación las hace fáciles blancos de la violencia. Una de ellas fue apaleada hace ocho días en el barrio de Arriaga, y este fin de semana varias profesionales del sexo consultadas por EL CORREO reconocían que las agresiones son realidades rutinarias. Ante este panorama, la Policía municipal incrementará la vigilancia en las zonas donde trabajan estas mujeres inmigrantes.

El aumento de los controles fue anunciado ayer a este diario por el concejal de Seguridad Ciudadana, José Manuel Bully. En un primer momento, se indicará a las patrullas «que presten especial atención en esas zonas» y se incrementará el número de efectivos. De forma paralela, los responsables municipales se reunirán con la comisión anti-sida para «pedir su opinión. Tenemos la certeza de que sus impresiones y sus datos son correctos porque son quienes conocen mejor esa realidad», reconoció Bully. Por eso, no descarta incluso apostar «una patrulla de camuflaje en alguna zona próxima o llevar a cabo actuaciones especiales» en caso de que los expertos así lo aconsejen.

A priori, quienes saben de estas cosas lo tienen claro. Miguel Ángel Ruiz, presidente de la comisión anti-sida, asegura que las chicas sufren «vejaciones e insultos continuos» y «agresiones muy frecuentes; ha habido muchísimos partes de urgencias». Sin embargo, las denuncias escasean por el lógico recelo de muchas a entrar en comisaría.

Memorizó la matrícula

Estas reticencias de las afectadas llevan al colectivo a exigir que se las atienda como «a mujeres agredidas y no como a inmigrantes sin papeles», y que salgan de comisaría «con la denuncia, y no con una orden de expulsión». Además, la comisión aboga por una presencia policial «discreta, pero continua» en los lugares donde se ejerce la prostitución. «Se debería reforzar la vigilancia» y, de ese modo, lanzar el mensaje «a sus clientes, que son hombres de Vitoria, y son muchos, de que están vigiladas y de que denunciarán las agresiones».

De momento, una de esas denuncias ya va encarrilada. Según el concejal de Seguridad Ciudadana, ya se ha localizado a los presuntos autores de la agresión del lunes, porque la joven atacada logró memorizar la matrícula del vehículo.

Este tipo de violencia fue objeto de debate en la Comisión municipal de Servicios Sociales. A preguntas de EA, el responsable del departamento, Peio López de Munain, admitió ayer la necesidad de «vigilar y estar encima de la situación».

Por su parte, Bully señaló que con la incorporación de 73 efectivos en la Guardia Urbana en verano se podrá potenciar la vigilancia y reactivar la policía de barrio.

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