En el ‘lomo de la bestia’

El Universal, MARÍA DE JESÚS PETERS • CORRESPONSAL, 27-01-2008

IXTEPEC, Oax.— En las inmediaciones de la estación de ferrocarriles de Arriaga, un grupo de más de 800 inmigrantes aguardan ansiosos la salida del tren. Llevan tres días esperando subir al lomo de la bestia que los acerque al sueño americano, durmiendo a la intemperie, aguantando fuertes ráfagas de vientos que constantemente golpean con fuerza sus rostros.Algunos hombres, mujeres y menores aguardan desde hace tres días la salida del ferrocarril, para subir como polizones y continuar su viaje, siempre hacia el norte, dejando atrás la tierra y la familia.Hablan de los riesgos del viaje como indocumentados, y luego se aconsejan de la manera de subir al lomo de la bestia, de soportar el sueño y no caer bajo sus ruedas.La espera terminó el lunes 21 de enero por la mañana, cuando el ferrocarril partió de Arriaga con su carga humana rumbo a la ciudad de Ixtepec, Oaxaca.Guatemaltecos, salvadoreños y hondureños, en su mayor parte, suben casi a la carrera y se acomodan en el techo de los vagones, y otros más lo hacen colgados de manera peligrosa.Tras haber avanzado poco más de 60 kilómetros, tres personas que portaban armas de fuego, con aspecto de mareros (integrantes de las pandillas conocidas como Mara Salvatrucha), entre ellos un menor, al parecer de origen hondureño, empezaron con el asalto.“¡Órale, cáiganse con todo lo que traen!, si les encuentro algo en las bolsas los mato”, amenazaba uno de los asaltantes, mientras apuntaba con su pistola la cabeza de un sin papeles, narra Francisco, un nicaragüense.“El patojo (niño) era quien más gritaba y amenazaba con la pistola, mientras con su gorra recogía el dinero”, platica el hombre de origen guatemalteco, Pedro Chijul.“Ya nos habíamos puesto de acuerdo con el grupo de aventar del tren a los asaltantes, pero ellos traen armas. Si vuelven a subir, ahora sí no los dejamos vivos”, advierte uno de los migrantes.En el atraco no se reportaron víctimas, a diferencia del ocurrido el 7 de enero del año en curso, cuando los asaltantes tiraron del tren en movimiento a un migrante guatemalteco que se opuso a ser despojado de sus pocas pertenencias.“Quedó despedazado por el tren; fue levantado con vida, pero murió después en el hospital de Juchitán”, dijo el sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, coordinador de la Casa del Migrante de Ixtepec.El recorrido de Arriaga a Ixtepec duró casi 12 horas y algunos migrantes llegaron al albergue deshidratados, con fiebre, insolados y con dolor de cabeza; ahi fueron recibidos por el párroco Alejandro Solalinde, quien ofreció alimento y un lugar dónde poder descansar tras la pesada jornada.La mayoría de los sin papeles prefirió no perder tiempo y abordaron el tren que poco tiempo después partió hacia Medias Aguas, Veracruz, la siguiente escala en su viaje a la frontera en el lomo de la bestia.Chiapas vuelve a ser la principal ruta migratoriaTras las inundaciones de Tabasco en septiembre del año pasado, la región del Soconusco e Istmo – Costa de Chiapas volvió a ser la ruta principal y la más peligrosa por donde se desplazan cientos de migrantes para abordar el tren de carga que los acerque al sueño americano.Los coordinadores de la casa del migrante Hogar de la Misericordia en Arriaga, Chiapas, Heyman Vázquez Medina, y de Ixtepec, Oaxaca, José Alejandro Solalinde Guerra, coincidieron que para este 2008 se espera un creciente flujo migratorio. Ante esta eventualidad, algunos albergues como los de Tapachula, Ixtepec y Arriaga se preparan para recibirlos.Los religiosos explicaron que al destruirse puentes y vías férreas con las inundaciones provocadas por el huracán Stan en octubre de 2005 en Chiapas, el ferrocarril de carga donde viajan los migrantes dejó de funcionar en su recorrido que hacía de Ciudad Hidalgo, localidad fronteriza con Guatemala, hasta Arriaga, municipio limítrofe con Oaxaca, ubicado a 265 kilómetros de Tapachula, abriéndose nuevas rutas migratorias como la de Tenosique, en Tabasco, donde corre el tren de carga procedente de Mérida, Yucatán.“Ahora con las inundaciones de Tabasco, la región del Soconusco e Istmo – Costa de Chiapas volverá a ser nuevamente la principal ruta migratoria y la más peligrosa”, expresó el padre Vázquez.Dijo que el albergue de Arriaga está ampliando sus instalaciones y en esta primera etapa se trabaja en la construcción de dormitorios, ya que los actuales son insuficientes y muchos de los sin papeles tienen que dormir en el piso.El clérigo externó su preocupación porque con el creciente flujo migratorio se prevé también más abusos, asaltos, violaciones, homicidios y secuestros por parte de las autoridades y organizaciones delictivas que operan en la entidad.Vázquez señaló que el secuestro light y la desaparición de personas son algunos de los delitos que se han sumado contra los migrantes.Tan sólo en Chiapas, el Instituto Nacional de Migración (INM) aseguró y deportó a 57 mil 494 indocumentados provenientes de principalmente de los países de Centro y Sudamérica, quienes intentaban llegar a Estados Unidos.Las estadísticas la encabeza Guatemala, con 36 mil 26 personas aseguradas, luego Honduras, con 9 mil 456; en tercer lugar se ubica El Salvador con 9 mil 304; en cuarto lugar, Nicaragua, con mil 571, y el resto de los detenidos provienen de países sudamericanos, africanos y asiáticos.

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