WASHINGTON (DPA).— Los líderes demócratas en el Congreso estadounidense descartaron ayer que sea posible adoptar una reforma migratoria en 2008, y culparon al presidente George W. Bush del fracaso del más reciente intento por su “falta de liderazgo”.“No creo que consigamos nada este año. Tenemos las elecciones presidenciales, tenemos muchas peleas por asientos en la Cámara de Representantes y el Senado, y nuestro tiempo está realmente apretado”, afirmó el líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid.La propuesta de reforma migratoria que fracasó en junio en el Senado proponía, por un lado, la regularización de los aproximadamente 12 millones de inmigrantes ilegales que ya se encuentran en el país y, por el otro, el reforzamiento de los controles fronterizos y un endurecimiento de las reglas contra la inmigración indocumentada.Muchos republicanos se opusieron al plan, por considerar que la idea de legalizar a los indocumentados era una “amnistía inmerecida” para quienes violan las leyes migratorias.El proyecto fue elaborado por líderes demócratas y republicanos y apoyada por el presidente Bush, pero fracasó ante la falta de apoyos republicanos en el Senado, imprescindibles para su aprobación.Reid y la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, responsabilizaron ayer, por primera vez, directamente a Bush.“Su ayuda no sirvió de mucho. Teníamos a 12 republicanos que nos apoyaban para la reforma migratoria. Eso es todo”, aseguró Reid.“En cuanto había un problema, la Casa Blanca no estaba a la altura para aportar el liderazgo necesario para lograrlo”, agregó Pelosi, que confesó que antes del fracaso creyó en la buena voluntad de Bush, porque “entendía el problema habiendo sido gobernador de Texas”. Los diputados republicanos también fueron objeto de las críticas de los líderes demócratas. “Cada vez que ofrecemos un texto legislativo quieren construir un muro más alto y más largo, cosas punitivas que creo que son muy cortas de miras”, agregó Reid.Pelosi indicó que, de todas formas, los legisladores tendrán que continuar trabajando para lograr una reforma que fortalezca la seguridad fronteriza, haga cumplir las leyes al interior del país, proteja a los estadounidenses y, al mismo tiempo, respete las contribuciones de los inmigrantes a la economía nacional.Mexicana pide refugioLa reforma migratoria no sólo no fue aprobada, sino que las leyes contra la migración indocumentada se han endurecido. A grado tal, que muchos migrantes han optado por el anonimato, o por buscar refugio. Fue el caso de la mexicana Elvira Arellano, y también lo es de su compatriota Flor Crisóstomo, quien, al igual que aquella, solicitó utilizar la Iglesia Metodista Unida Adalberto, del noroeste de Chicago, como “un santuario”, para evitar ser deportada.Crisóstomo, de 28 años y oriunda de Oaxaca, encabeza la campaña América Abre Tus Ojos. Fue detenida el 19 de abril de 2006 en una redada efectuada en la fábrica IFCO de Chicago, junto a otros 26 indocumentados. Madre soltera de tres hijos, que viven en México, ha permanecido desde entonces en EU, tras ser aplazada su deportación varias veces por orden judicial.Finalmente recibió una orden de presentarse el lunes para ser deportada, pero en su lugar iría a refugiarse a la misma iglesia donde compartió tareas de activismo junto a Arellano, que permaneció en el recinto religioso durante un año. Arellano abandonó la iglesia el 16 de agosto de 2007, cuando viajó a Los Ángeles, California, donde fue detenida y deportada a Tijuana el 20 de agosto.