La crisis del ladrillo deslució un buen año para el empleo. Esta vez todos están de acuerdo y nadie cuestiona que el comportamiento del mercado laboral en el cuarto trimestre del 2007 fue muy malo. El Instituto Nacional de Estadística ha contabilizado 135.700 personas más en paro de octubre a diciembre pasados, hasta llegar a los 1,92 millones. El grueso de los nuevos desempleados proviene de la construcción (40.500) y de los servicios (49.000), “fundamentalmente de empresas inmobiliarias”, según reconoció ayer el Gobierno.
El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, al igual que los agentes sociales, no negaron que el dato trimestral “ha sido malo”. Al final del 2007 había trabajando 33.700 personas menos que en el tercer trimestre, y el ritmo de crecimiento de empleo se había ralentizado siete décimas hasta el 2,38%.
Caldera alegó que el motivo de este descenso había que buscarlo en la crisis internacional para terminar reconociendo que el principal problema ha sido el descenso de la actividad de la construcción. La Encuesta de Población Activa (EPA) empieza a confirmar las previsiones de una caída de más de 300.000 empleos en el sector en dos años.
La encuesta revela que, de octubre a diciembre, había 24.000 ocupados menos trabajando en la construcción y el ritmo de crecimiento del empleo en el sector bajó desde el 4,92% al 2,68% en el último año. El descenso en los servicios ha sido mayor en términos absolutos (50.300 trabajadores menos) pero el sector sigue creando empleo al 3,51%. Por contra, la agricultura y la industria registraron más ocupados.

OBJETIVOS EUROPEOS A
pesar de estas cifras, el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, recordó que hay 22,4 millones de personas activas, 592.000 más que hace un año y 102.000 más que hace tres meses. También hizo hincapié en que el 2007 se ha cerrado con 20,4 millones de ocupados, lo que significa “que ha sido un buen año” en el que se han creado 475.100 puestos de trabajo. La tasa de empleo (66,53%) roza el objetivo europeo (70%).
La tasa de paro subió levemente hasta el 8,6% aunque la vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, aseguró que sigue siendo “la segunda más baja desde hace 30 años y que no marca una tendencia”.

INMIGRANTES A
pesar del problema del mercado laboral en ciertos sectores, no hay destrucción de empleo en el colectivo de mujeres, en el que la ocupación crece más que en los hombres. El hecho de que también el saldo sea positivo para los extranjeros (40.700 ocupados más en diciembre) rompe ciertas tesis de que la crisis de la construcción esté afectando más a los inmigrantes.
Para Caldera, el aumento del paro a final de año no es más que un problema “coyuntural, un bache” del que el mercado laboral saldrá en el 2008 porque la economía española es “sólida” y el empleo tiene mayor “calidad”. Un botón de muestra es que en estos tres últimos meses hubo 177.000 asalariados más con contrato indefinido y 170.200 menos con contrato precario. La tasa de temporalidad ha bajado un punto hasta situarse en el 30,9%.