El voto latino

La Prensa Gráfica, Sergio Muñoz Bata/Columnista de LA PRENSA GRÁFICA, 24-01-2008

¿Podrían los 46 millones de latinos convertirse en los grandes electores de la elección del 2008? Mi respuesta es que no necesariamente; pero sí, si se dieran ciertas circunstancias específicas.

 

Ahora que la campaña presidencial ha cambiado de rumbo, el cortejo de los aspirantes a la nominación presidencial a los votantes latinos entra a su fase crucial el 5 de febrero. Ese día, unos 6 millones de latinos irán a las urnas en 23 estados de la Unión Americana y muy probablemente su voto sea el que incline el fiel de la balanza en el seno del Partido Demócrata.

La primera batalla ya la ganó Hillary Clinton en el estado de Nevada donde no solo volvió a mostrar su capacidad para movilizar el voto de las mujeres, tal y como lo hiciera en Nueva Hampshire, sino donde dio la primera muestra de su habilidad para ganar el voto de los hispanos. Según una encuesta de CNN, el voto de los latinos favoreció a Hillary sobre Barack Obama en una proporción de tres a uno.

Para una comunidad de inmigrantes que dejaron sus países de origen para labrarse un futuro económico mejor, sin duda el tema central de esta elección es la economía. En épocas de crisis, los latinos saben que ellos son los primeros que sufren las consecuencias. En este renglón, sin embargo, la coincidencia entre Clinton y Obama es casi total. Ambos han prometido estabilizar la economía dando marcha atrás a los recortes de impuestos que Bush impusiera para favorecer a quienes ganan más de $250,000 al año.

Dado el desproporcionado número de hispanos que carecen de seguro médico, el cuidado de la salud es otro tema clave, pero también aquí hay semejanza en lo que ambos proponen, aunque Clinton habla de un seguro de salud universal y obligatorio subsidiado por los empleadores y el Gobierno mientras que Obama solo haría obligatorio el seguro a los niños. Ambos lo subsidiarían utilizando el dinero que ahora se ahorran los más ricos con los recortes a los impuestos.

Otro tema que preocupa a la comunidad es la guerra en Iraq, los dos candidatos han prometido sacar a las tropas a la mayor brevedad posible y solo varían en el plazo para hacerlo. Aunque tanto Clinton como Obama votaron a favor de la construcción del muro en la frontera sur del país, ambos coinciden en la necesidad de replantear una reforma migratoria integral que incluya la legalización de quienes ya están trabajando en el país sin documentos.

La reforma migratoria es un tema muy importante para todos los latinos porque les afecta personalmente y que se hará notar sobre todo en noviembre, dice Sergio Bendixen, el estratega de la campaña hispana de Clinton.

Lo mismo dice el senador estatal Gil Cedillo, quien se ha distinguido por su lucha a favor de los indocumentados en California y ahora apoya la candidatura de Obama. La diferencia, según Cedillo, es que Obama ha luchado por ofrecerles a los indocumentados la oportunidad de obtener una licencia para conducir en Illinois.

Así las cosas, la pregunta clave es si ¿Podrían los 46 millones de latinos convertirse en los grandes electores de la elección del 2008?

Mi respuesta es que no necesariamente; pero sí, si se dieran ciertas circunstancias específicas, y para empezar a despejar la ecuación habría que señalar que seis de cada 10 latinos se identifican como demócratas y apenas dos de cada 10 como republicanos. También que la fuerza electoral de los hispanos se disminuye notablemente porque solo el 9% se ha registrado para votar y de estos quizá votará un 6.5%.

En este sentido, la verdadera importancia del voto latino es su capacidad para inclinar el fiel de la balanza en elecciones apretadas. Y si tomamos lo sucedido en Nevada como punto de referencia para pronosticar lo que sucederá el 5 de febrero, la inevitable conclusión es que, a menos que suceda lo imprevisto, Clinton debería llevarse la mayoría del voto hispano en California (3.1 mill) en Nueva York (1.1 mill) en Nueva Jersey (400,000) Arizona (350,000) Nuevo México (300,000) y en Colorado (300,000). Solo en Illinois, donde los posibles votantes latinos suman medio millón, se estima que Obama podría salir triunfador. La Florida, donde los hispanos representan el 14% del electorado, se autoeliminó del proceso de las primarias demócratas al adelantar la fecha de su realización sin contar con la autorización del partido.

¿Significa esto que los demócratas, apoyados en los latinos, se encaminan a un triunfo fácil en la elección de noviembre? No. Porque lo más probable es que la carrera por la nominación republicana apenas estará comenzando el día que los demócratas decidirán quien será su candidata o candidato.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)