Sarkozy asume la 'hoja de ruta' para liberalizar la economía
El Mundo, , 24-01-2008El presidente avala el plan de la ‘comisión Attali’ para flexibilizar el mercado laboral, pese a que atraerá a 250.000 inmigrantes más El presidente de la República francesa, Nicolas Sarkozy, asume «esencialmente» la hoja de ruta económica que ayer puso en sus manos Jacques Attali, histórico compadre de Mitterrand y titular de una comisión institucional que ha redactado 316 medidas para favorecer el crecimiento en manifiesta clave liberalizadora.
La sintonía «esencial» no excluye que hayan surgido algunas divergencias. Particularmente en el ámbito de la descentralización – Sarkozy defiende el sistema actual e identitario de los departamentos franceses en contra de la opinión de los sabios – , aunque prevalece el consenso. Incluso cuando se trata de analizar el tabú sociológico del domingo laborable. Sarko cree que es hora de liberalizar la semana. Y de que cada uno trabaje cuando quiera.
Objetivos.
Se trata de que la economía crezca un punto suplementario de aquí al umbral de 2012. Favoreciendo la disminución de la tasa de desempleo – debe bajar hasta el 5% – , amparando un plan de viviendas protegidas – 90.000 – y corrigiendo el mal endémico de la deuda pública a unos límites (55% del Producto Interior Bruto) que se ajustarían a la norma comunitaria marcada por Bruselas.
Inmigración.
La comisión encabezada por Attali recomienda un aumento de los flujos migratorios controlados. Especialmente la mano de obra del Este de Europa, cualificada y necesaria en muchos ámbitos descubiertos de la economía nacional. Es más, el informe del sanedrín concluye que Francia podría reclutar anualmente 250.000 inmigrantes. En tal caso, el Producto Interior Bruto Nacional aumentaría en un punto. El jefe del Estado no quiso entrar en valoraciones al respecto, pero tampoco hizo notar objeción alguna. Es decir, que podría hablarse de un consenso implícito.
La edad.
No habrá límite de edad para desarrollar la actividad profesional. Los trabajadores franceses podrán atenerse a la jubilación en el plazo canónico – 65 años – , pero también tendrán las garantías correspondientes para trascenderlo. De hecho, Nicolas Sarkozy pidió ayer a los empresarios una particular sensibilidad en el respeto a los «seniors». Tanto los que están en la edad de jubilarse como en los que han cumplido más 50 años de edad y se encuentran discriminados en alguno de los distintos ámbitos de la economía nacional.
Competencia.
Se abren a la libre competencia las profesiones que hasta ahora gozaban de privilegios sectoriales. Particularmente en el espectro de las farmacias, los taxis, los notarios y hasta los peluqueros. Se trata de una vieja reminiscencia gremial que la comisión Attali considera trasnochada y en discrepancia con la lógica del mercado internacional.
‘Flexeguridad’.
El neologismo se emplea de manera recurrente para agilizar el mercado laboral. Cae definitivamente el régimen de 35 horas semanales impulsado bajo los gobiernos socialistas, de modo que empresario y trabajadores se comprometen a acordar el tiempo de trabajo. Sabiendo que las horas extras, además, no conllevarán cargas sociales a las compañías. La misma fluidez se aplicará en la ruptura de los contratos de trabajo. Prevaleciendo la fórmula del acuerdo amistoso y eludiendo el camino tradicional de la magistratura de trabajo.
Energía.
La comisión Attali recomienda el uso y el desarrollo de la energía nuclear a la vista de la crisis petrolífera. Nada nuevo en la cabeza de Sarkozy, partidario de los recursos atómicos y de exportarlos con sello francés en distintas zonas del planeta. Particularmente en el Magreb y en el Golfo Pérsico, donde el presidente galo ya ha ejercido de embajador.
Movilidad.
La hoja de ruta divulgada ayer alude explícitamente a la movilidad laboral. Quiere decirse que los trabajadores franceses son invitados a moverse dentro del territorio y a hacerlo fuera de las fronteras. Tanto para dar vitalidad al mercado como para romper con el tabú sociológico de colocarse a veinte minutos de la casa natal.
Futuro.
El estudio del comité de expertos también considera prioritario que Francia desarrolle y potencie con todos los medios su papel en los sectores del porvenir. Sea en el ámbito científico – neurociencia, nanotecnología, sanidad – o sea en la apuesta de nuevas tecnologías. Naturales, como el sol, y sofisticadas, como la doctrina digital de última generación.
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