Ferni, héroe en Monte Pavero

Un joven escala hasta la terraza de un segundo piso para rescatar a un niño en peligro por un incendio

Diario Sur, TEXTO: GEMA MARTÍNEZ / FOTO: SALVADOR SALAS MÁLAGA, 23-01-2008

FERNANDO Caro, ‘Ferni’, casado, con dos hijas pequeñas y trabajador en una tienda de recambios, era ayer un héroe para los vecinos de calle Genoveses, en Monte Pavero. Lo era especialmente para aquellos que le vieron escalar sin temor desde la calle hasta la reja de la ventana del primero, luego a la terraza del segundo, ponerse de pie en la barandilla y agarrar por el brazo a un pequeño de poco más de dos años, evitando que, ante la desesperación de sus padres, terminara cayendo al suelo.

Según relata, sobre las nueve de la mañana de ayer su mujer le avisó de que en el primer piso del bloque de enfrente había un incendio. Cuando llegó, vio que los bomberos intentaban sofocarlo, pero también se dio cuenta de que, en la terraza del tercer piso, había una familia de inmigrantes que en su estado de nervios parecía capaz de arrojar a uno de los dos críos que había con ellos por la terraza, con la intención de que, desde el suelo, lo cogiera algún vecino.

Hasta la barandilla

«¿Tranquilos, tranquilos. Quedaros ahí!», dice que les gritaba, sin que sus palabras parecieran surtir ningún efecto. «Había mucho humo. Creo que pensaban que los niños se estaban asfixiando y ellos querían tirarlos abajo, para que alguien los cogiera». Fue entonces cuando Ferni decidió actuar: «Me subí por la reja de la ventana, luego a la terraza. Me puse de pie en la barandilla y me pasaron el niño chico. Yo lo bajé de un brazo y se lo pasé a otro compañero. Los padres bajaron descolgándose».

No fueron los únicos. Según fuentes de Bomberos, lo que ocurrió durante la mañana de ayer en el bloque 9 de la calle Genoveses, es lo que nunca debe suceder ante un incendio: «Se produjo una situación de pánico colectivo, especialmente por parte de un grupo de inmigrantes, que bajaron por las rejas de ventanas y balcones e incluso por los tubos de los bajantes de la fachada», a la vez que asegura que «es muy difícil que un fuego en una vivienda afecte a otra colindante, porque para entonces ya han actuado los bomberos. Hay que cerrar las ventanas y meter un trapo húmedo por la rendija de la puerta, para evitar que entre el humo de la escalera y quedarse tranquilo».

Lo que ocurrió en cambio fue que un grupo muy numeroso de subsaharianos que viven en los pisos superiores comenzaron a bajar por las escaleras. «Algunos salieron por las ventanas y empezaron a bajar agarrándose a las rejas. Otros se metieron en el piso del tercero, que tenía la puerta abierta, y al no soportar el humo, quisieron sacar a los niños por la terraza, porque se estaban ahogando», afirma otra vecina del bloque que vio la escena ya en la calle.

El incendio, que al parecer se originó en la habitación de la vivienda, calcinó completamente la casa, en la que en esos momentos no había nadie: «No ha habido heridos. Sí tuvimos que atender a varias personas por intoxicación leve de humo», explican fuentes de bomberos.

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