José Luis Rodríguez Zapatero afeó ayer a la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, su afirmación de que a España «vienen muchos extranjeros a delinquir, porque es muy barato». El presidente del Gobierno, que clausuró una conferencia de su partido sobre ciudadanía, tachó de «lamentable» que en un país democrático un dirigente político establezca un vínculo entre crimen e inmigración.

«La opción es – dijo el presidente – legalidad, derechos e integración». En esta línea, apuntó que si el PSOE gana las elecciones se marcará como objetivo prioritario aprobar una ley contra la discriminación que «se proyectará sobre todos los ámbitos de la sociedad, el empleo, la vivienda, el comercio, la justicia, los servicios públicos y las prestaciones sociales».