Los centros de acogida de Melilla, saturados ante la llegada masiva de menores marroquíes
El Mundo, , 23-01-2008En la Ciudad Autónoma no se recuerda una situación tan crítica desde hace una década El Gobierno de Melilla denuncia que los centros de acogida de menores de la Ciudad Autónoma están en situación de «saturación absoluta». La gota que ha colmado el vaso han sido las 22 nuevas entradas clandestinas por Marruecos que se han registrado en los últimos días, que han situado en 205 el número de menores acogidos, cuando los nuevos centros tienen una capacidad máxima de 160 plazas.
En Melilla no se recuerda una situación tan crítica desde hace una década, cuando lo habitual era que los menores acogidos superaran los dos centenares. Sin embargo, desde que en 2004 se inauguraron los nuevos módulos, nunca se había excedido esa simbólica barrera que, una vez rebasada el pasado fin de semana, ha provocado que la Ciudad Autónoma dé la voz de alarma al Gobierno central, desde donde «no se ha aportado ninguna solución» en esta legislatura.
Así lo recordaba ayer el portavoz del Ejecutivo melillense, Daniel Conesa, que mostró su resignación ante la pasividad del Gobierno en este asunto, que, de no solucionarse inmediatamente, supondrá «un grave problema en las próximas semanas».
No es para menos, teniendo en cuenta que el centro de menores de la Purísima Concepción excede su capacidad en más de un 28%, lo que ha obligado a la Consejería de Bienestar Social a salir del paso reutilizando zonas comunes.
Estos días, los comedores y las salas de estar del antiguo fuerte militar en el que se ubica el centro se han convertido en improvisados dormitorios, donde cada metro cuadrado de suelo está ocupado por colchones para poder atender a los 45 menores de más que aloja. Una medida a la que Bienestar Social debe recurrir siempre que supera el límite de 160 menores acogidos, tal y como viene sucediendo de forma ininterrumpida desde el pasado verano, cuando incluso se apuntó la posibilidad de instalar tiendas de campaña para hacer frente a esta situación.
«Estamos en enero, pero es como si estuviéramos en julio o agosto, porque nos encontramos al límite», dijo la consejera de Bienestar Social y Sanidad de la ciudad de Melilla, María Antonia Garbín, quien se mostró bastante pesimista en cuanto a la posibilidad de que lo peor haya pasado ya.
«Esto no tiene visos de mejorar, máxime cuando Marruecos no está dispuesto a colaborar y cuando no estamos viendo ninguna reagrupación familiar ni tampoco los famosos centros de acogida que se iban a construir en el país vecino», denunció.
La consejera basa sus negativas predicciones en los estadillos del centro de menores, cuyos datos evidencian que, del goteo constante que normalmente se registra en Melilla, se ha pasado ahora a entradas más numerosas de menores extranjeros no acompañados. Si en el fin de semana fueron 14 jóvenes inmigrantes los que pasaron la frontera de forma ilegal en busca de un futuro mejor en España, en la jornada de ayer fueron ocho.
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