Esta mañana se sientan en el banquillo del Juzgado de lo Penal Alfredo Zamorado y Heder Agudelo Hoyos, ambos de nacionalidad colombiana para responder de una reyerta que, según el fiscal, ocurrió poco antes de las dos de la madrugada del 21 de agosto del 2004 en un bar de la calle Río Castro, en Ferrol.

Según el acusado, Zamorado entró en el establecimiento empuñando un destornillador que trató de clavárselo a Heder (utiliza también los nombres de John Martínez Cerón y Giovanny Torres Saez y la nacionalidad estadounidense). Como los separaron algunos clientes, dice el fiscal, Zamorano se fue pero le dijo a Heder que lo esperase, que volvía pronto. Así fue porque Zamorano regresó ahora con una navaja y volvió a arremeter contra Heder, que se defendió con un palo de escoba que se lo clavó en el antebrazo izquierdo, añade el acusador.

El lesionado se fue la lavar las heridas en los servicios del local, se las cubrió con unas servilletas y se marchó tras Zamorano diciéndole que se las iba a pagar. Siguió en su coche y luego trató de arrollarlo en la calle Fontemoura. Luego bajó de su vehículo y atacó a Zamorano con una navaja con la que lo hirió en el abdomen, si bien la lesión no fue grave porque curó en ocho días.

La acusación

El fiscal imputa delitos de lesiones y uso de armas o instrumento peligroso y solicita cuatro años de cárcel para Zamorano y la expulsión del territonio nacional por un plazo de nueve años.

Para Heder pide tres años y diez meses de cárcel y su también expulsión de España por nueve años. En su escrito de acusación provisional, el Ministerio Público pide al tribunal que fije indemnizaciones y el pago de los gastos médicos al Sergas por la curación de ambos heridos.