Sexismoinmigrante

Las Provincias, 22-01-2008

La muerte violenta de una mujer en la localidad murciana de Los Alcázares, cuando intentaba defender a su hija del maltrato a que la estaba sometiendo quien fue pareja de esta, no sólo incrementa la brutal estadística del terror machista, sino que añade un nuevo episodio en el que el agresor, la víctima o ambos son inmigrantes. La nacionalidad del homicida no puede ser utilizada para alimentar la xenofobia, pero es evidente que buena parte de los esfuerzos en la prevención de la violencia sexista han de orientarse hacia la inmigración y sus hogares.

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