El diputado del PP Rafael López aseguró ayer que el conseller de Educación está lanzando «globos sonda» con el anuncio de una nueva fase de inmersión lingüística, porque en el departamento que dirige «no les sale nada bien». En este sentido, recordó el «Decreto de Bachillerato, que no consigue acordar ni con sus socios de Govern», y los «centros para inmigrantes que no ha consensuado con nadie, ni siquiera con el secretario de Inmigración, Oriol Amorós». «De repente, nos sorprende con casi 2,5 millones para un nuevo plan de inmersión lingüística que ni siquiera explica muy bien en qué consiste», señaló López en declaraciones a Europa Press. Así, advirtió a Maragall de que la «prioridad» de las familias catalanas «es reducir el fracaso escolar y la tasa de abandono prematuro».

«Nosotros sabemos que ahora vienen unas elecciones, y que puede que el señor Maragall lo que quiera ahora es ganar a CiU en nacionalismo», señaló López. No obstante, reivindicó la necesidad de hacer políticas para incrementar «el esfuerzo en las aulas».

Desde las mismas filas populares, la candidata por Barcelona a las generales Dolors Nadal advirtió de que el uso del catalán como lengua vehicular en la enseñanza incide en «la igualdad de oportunidades» de los estudiantes, y remarcó que «muchas veces» éstos acaban la etapa obligatoria «hablando catañol».

Por su parte, el diputado de Ciutadans Antonio Robles señaló que la nueva fase de inmersión es «un insulto a la inteligencia», ya que supone la «imposición» de este sistema en «una sola dirección», en lugar de respetar el bilingüismo.