| MADRID

Cuando ayer las banderas del partido de extrema derecha Democracia Nacional (DN) desfilaron ante la octogenaria española Justa Sánchez al compás de gritos contra la inmigración que proferían unos 150 manifestantes en la madrileña Plaza de Chamberí, sus manos apretaron con fuerza las de la boliviana Clementina Poma.

“No entiendo por qué dicen esas cosas si ella (Poma) es tan buena”, decía la anciana. Llevan juntas un año y “nunca he tenido ningún problema, le estoy agradecida por cuidarme”.

Sus palabras no tenían sentido para el centenar de españoles que ayer acudió al llamado de este grupo político radical para protestar por “esa escoria venida de tierras lejanas”, como dice su página web (www.democracianacional.org).

“¿Es un error llamar escoria a bandas de delincuentes como los Latin King o Los Trinitarios? ¡Estamos en todo nuestro derecho!”, proclamaba el presidente de DN, Manuel Canduela, ante decenas de periodistas que minutos antes de que se inicie la manifestación superaban al número de asistentes.

Este partido con doce años de historia y que concurrirá a las próximas elecciones generales del 9 de marzo ha hecho de la lucha contra la inmigración ilegal y masiva el eje de su mensaje ante el electorado en un intento por capitalizar el descontento social y la inquietud que existe entre la sociedad por el aumento de la delincuencia o el desempleo.

“No somos cabezas rapadas, somos gente normal que quiere una España segura, que está harta de los inmigrantes, que son culpables de la bajada de los salarios”, apostillaba Jesús Pástor, afín a las teorías de DN.

La marcha comenzó al mediodía frente a las dependencias de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración. Uno de los tres carteles que portaban los participantes reproducía la imagen xenófoba  que reivindica el partido ultraderechista Unión Democrática de Centro, ganador de las últimas elecciones legislativas en Suiza. En él, tres ovejas blancas echan a patadas a una negra. La consigna: ¡Compórtate o lárgate! Tampoco es la única. “La inmigración destruye tu nación” o “España cristiana y no musulmana” fueron algunas de las frases que se escucharon por las calles del barrio de Chamberí.

 “El aumento de la inseguridad es culpa del aumento de la inmigración ilegal y masiva. Defender al pueblo español de una ilegalidad no es un crimen: pedimos la expulsión inmediata de los inmigrantes delincuentes y sin papeles”, dijo Canduela. El pasado lunes el Gobierno prohibió la marcha por xenófoba y racista, pero el Tribunal Superior de Justicia de Madrid la declaró legal.