El número de trabajadores foráneos apuntados a las listas del Inem se ha incrementado un 27% en los últimos 12 meses

vitoria. La crisis del ladrillo y la recesión en el sector de la construcción han comenzado a castigar a sus primeras víctimas en Euskadi y Álava. Los efectos del cambio de ciclo ya se han empezado a notar con un frenazo en la compraventa de viviendas, lo que está provocando el cierre de algunas agencias inmobiliarias. A nivel laboral, esta situación también está teniendo una importante incidencia entre los trabajadores menos cualificados del sector, donde destaca la mano de obra inmigrante con un importante aumento del desempleo.

Aunque representan aún un porcentaje testimonial del 10% con respecto al total de trabajadores en paro del territorio, el número de empleados extranjeros apuntados en las oficinas del Inem en Álava ha crecido un 27% en tan sólo un año, al pasar de 870 en 2006 a superar las 1.100 personas el pasado ejercicio. Por sectores, el desempleo en la construcción ha aumentado un 22% entre el colectivo inmigrante. Frente a esta situación, el número total de parados se mantiene similar en Álava en términos interanuales, en torno a las 10.500 personas en las listas del Servicio Público de Empleo.

De este modo, los inmigrantes se benefician cada vez más de las prestaciones por desempleo, pensadas para aquellos trabajadores con especiales dificultades a la hora de encontrar un hueco en el mercado laboral. Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo, el número de beneficiarios extranjeros de prestaciones por desempleo se ha disparado un 33% en Álava en 12 meses, al pasar de 350 inmigrantes que cobraban el paro en Álava cada mes en 2006 a superar los 475 beneficiarios el pasado ejercicio, la gran mayoría el seguro de paro. Este colectivo apenas representa el 7,5% de los 6.500 desempleados en Álava que son perceptores de ayudas.

una factura que engorda Esta nueva realidad ha comenzado ya a pasar factura a las arcas del Estado, que en noviembre del año pasado afrontaron a nivel estatal un gasto de 116 millones de euros en el pago de prestaciones por desempleo a extranjeros, un 54% más que en 2006. De esta cantidad, unos 600.000 euros se destinaron a la provincia de Álava (frente a los 420.000 euros de hace dos años) para abonar las pagas por prestación de desempleo.

En total, el Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE) destina una media mensual de 7,7 millones de euros en pagar el paro en Álava. Por este concepto, y aunque con algunos requisitos diferentes que los trabajadores españoles y comunitarios, los inmigrantes tienen también derecho a las prestaciones por desempleo en las tres modalidades que se conceden en el País Vasco, la contributiva, el subsidio y la renta activa de inserción. La más conocida es la de nivel contributivo, que protege de la perdida de empleo gracias a las cotizaciones a la Seguridad Social. En cuanto a las prestaciones a nivel asistencial, hay que distinguir la conocida como subsidio y la que se concede con el nombre de renta activa de inserción.

De estas ayudas se benefician aquellos trabajadores que han agotado la prestación contributiva por desempleo y tienen responsabilidades familiares, los mayores de 45 años de edad que han agotado su prestación contributiva por desempleo, aquellos empleados que, al producirse la situación legal de desempleo, no han cubierto el periodo mínimo de cotización, los emigrantes retornados o los ciudadanos liberados de prisión. Por otro lado, cabe destacar que el 57% de los parados extranjeros en Álava no accede a ningún tipo de prestación, frente al 38% de los desempleados nacionales que no cobra el paro. Los expertos explican que los parados foráneos que no tienen cobertura por desempleo son muchos más que los nacionales porque no han cotizado el tiempo suficiente para poder acceder a las citadas prestaciones económicas.

Además, la mayor parte del gasto que el Estado destina a hacer frente a las prestaciones por desempleo dirigidas al colectivo inmigrante son prestaciones contributivas, aquellas que exigen cotización previa a la Seguridad Social.