Discriminación

Diario de Navarra, ÁNGEL URTASUN ÚRIZ, 19-01-2008

E L presidente del Consejo de la Juventud de Navarra, Iosu Royo, ha presentado en Pamplona los resultados de un importante trabajo realizado por el Observatorio Joven de Empleo (Objovem). No quiero perder la oportunidad de hacer un comentario público, habida cuenta de que siguen sin ocuparse las dos vocalías reservadas al alumnado navarro en el Pleno del Consejo escolar. Es el último ajuste que queda por hacer en el engranaje de su complicada maquinaria, tras las elecciones autonómicas de mayo.

Alguien, joven o no, puede sentir la tentación de argumentar que la juventud navarra es tan inteligente y pragmática que demuestra con su absentismo la seguridad que tiene en que sus dos vocalías no van a servir para nada en el conjunto total. Los más escépticos añaden su desconfianza hacia la utilidad del propio Consejo Escolar de Navarra, ¿Para qué sirve?, si a la postre los gobiernos hacen lo que quieren y los jóvenes se identifican más con la queja que con la participación activa. Así ha sido siempre. No estoy de acuerdo. Porque la participación social en el Consejo escolar de Navarra no es sólo un derecho; es sobre todo un deber.

Pero no son tanto los resultados del estudio que comento los que me han sorprendido, sino las declaraciones que con ocasión de su presentación hemos podido escuchar y leer de boca del citado presidente. Porque hablar de discriminación hacia la mujer por parte del mercado laboral, en una sociedad tan machista como la nuestra, no es objetable. Lo discutible será si añadimos el calificativo de positiva o negativa a la tal discriminación. Es la utilización de las cifras de paro y de los salarios, el motivo de mi sorpresa y discrepancia. Y digo esto porque lo veo desde un Órgano Institucional que si algo puede pretender con su trabajo es contribuir a que el sistema escolar navarro se ajuste cada vez más a la necesidad y demanda de una igualdad de acceso, de una igualdad de oportunidades y de un crecimiento personal que permita a cada ciudadano y ciudadana elegir en el momento preciso la situación más deseada.

Como además de mi trabajo en el Consejo Escolar de Navarra mantengo un contrato de profesor asociado en la UPNA, tengo cada año relación con unos 200 estudiantes que se preparan con interés para titularse en Magisterio. Es llamativa la desproporción entre chicos y chicas que cursan esos estudios. Es previsible que la mayoría de ellos no llegarán al paro puesto que hay una importante bolsa de trabajo en la enseñanza en el momento actual en España. Las recientes oposiciones a maestros de infantil y primaria, años 2005 y 2007 en Navarra, lo confirman. Añadamos los muchos puestos creados en la red de centros privados concertados y provistos de forma diferente al del concurso – oposición. Además, el salario que esas personas cobran desde el primer día del ejercicio profesional no conoce distinción de género.

Insisto en estos datos para que se comprenda en la calle el orgullo que, el profesorado y todo el personal laboral que trabaja en el sistema educativo, sienten cuando puede demostrarse que las críticas de discriminación en contra de la mujer no se corresponden con la realidad en su inmediato entorno.

Así que animo a los jóvenes navarros a que se vengan a trabajar a su Consejo Escolar de Navarra y poder así contribuir a mejorar la igualdad en la sociedad. Al muro de las lamentaciones podemos ir de la mano en otro momento, pero sólo será en plan turístico.

En cuanto a la doble discriminación laboral que, según declara Iosu Royo, sufren los inmigrantes, también debo decir que en los centros escolares a las personas que llegan desde el exterior se les atiende por jóvenes y se les discrimina, positivamente, por inmigrantes. Este puede ser el camino: la educación y la enseñanza diferente para el que no es igual. Construimos el mundo laboral del futuro con la educación del presente. ¿No le parece sr. presidente? ¿Cree vd. en el carácter inclusivo de nuestros centros educativos?

Por último. Respecto a que el plan de emancipación de los jóvenes deba incluir dos aspectos tan importantes como la vivienda y el trabajo, estoy totalmente de acuerdo. Así que menos “morro” y más estudio y esfuerzo. A ver si de ese modo conseguimos, entre todos, que papá y mamá puedan recuperar la autonomía personal que durante unos años cedieron gustosa y voluntariamente, supongo, para sacar adelante a sus vástagos.

Si algo caracteriza a nuestra época, queridos jóvenes, es la lucha diaria por alcanzar la eterna juventud. No juzgaré si se trata de un acierto o de un error. Quizás simplemente sea mercado y punto. Pero, en mi opinión, tanto la Industria, como la Construcción, los Servicios y, por qué no, los propios hogares son excelentes lugares de culto, no al cuerpo, sino a la mente. Así que ¡Salud y euros!… o sea, formación y trabajo para todos.

ÁNGEL URTASUN ÚRIZ ES PRESIDENTE DEL CONSEJO ESCOLAR DE NAVARRA.

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