MARGEN IZQUIERDA

Barakaldo gana población por cuarto año y supera los 98.000 habitantes

El padrón ratifica su tendencia alcista al sumar 1.316 residentes más Alcanzar los 100.000 vecinos supondría gozar de mayores recursos económicos

El Correo, 20-01-2008

Barakaldo avanza con paso firme hacia los añorados 100.000 habitantes. Sin hacer excesivo ruido, la ciudad recupera la población perdida por el progresivo declive industrial de la comarca. Por cuarto año consecutivo, el padrón municipal ha registrado un importante aumento de residentes en 2007, hasta el punto de sumar 1.125 personas más. Pero esa cifra se ha quedado rápidamente obsoleta. A fecha de 17 de enero de este año, el censo había crecido en otros 191 vecinos, por lo que el número oficial de habitantes asciende ya a 98.123. Si la tendencia alcista continúa al mismo ritmo, el antiguo municipio fabril regresará muy pronto al club europeo de los grandes recursos económicos y administrativos, del que se vio obligado a bajarse en marcha en la década de los noventa tras un prolongado bajón.

Quienes han seguido de cerca la evolución del padrón ya preveían un incremento poblacional de cierto calado. Los responsables del Ayuntamiento ni siquiera se sorprenden por las cifras. Lo ven como algo natural. «La ciudad se ha repensado precisamente para recuperar habitantes con el tiempo», evidencia la edil responsable del área de Alcaldía, Noelia Rodríguez. Hace tiempo que en la casa consistorial hablan de crear una urbe «atractiva, menos gris» y alejada de la imagen triste de antaño.

Inmigración y vivienda

En los ocho años anteriores a 2004, Barakaldo perdió algo más de 7.000 residentes. Tocó fondo. Ahora, los buenos augurios han regresado y rebasar la barrera de los 100.000 vecinos está en la mente de todos. Y no sería algo meramente testimonial. Traería a la localidad «mayores ingresos, ventajas fiscales…», enumera Rodríguez. Desde todos los organismos posibles llegarían bastantes más recursos económicos, lo que redundaría a su vez en mejores servicios. Alcanzar los 110.000 habitantes ya sería «excesivo» para la concejal, porque las infraestructuras no podrían dar de sí.

A la hora de explicar el incremento poblacional, el Ayuntamiento alude a la revitalización en todos los ámbitos. La renovación urbanística, como es lógico, ha sido clave. Sin los miles de nuevos pisos construidos de por medio hubiera sido «prácticamente imposible» volver a dar vida a muchos puntos de la segunda urbe vizcaína. El incremento de la natalidad y la reducción de las defunciones han puesto también su granito de arena. Al igual que el retorno de algunas familias – la mayoría procedentes de Castro o el Gran Bilbao – y la inmigración. Los extranjeros recalan en la localidad a razón de 500 personas al año, lo que supone un gran empujón, al igual que iniciativas como las hipotecas baratas.

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