EL RETO DE LA INMIGRACION / Travesías globalizadas

El cayuco de Barajas

El Mundo, OLGA R. SANMARTIN, 20-01-2008

17.408 ‘sin papeles’ intentaron colarse por este aeropuerto en 2007, casi los mismos que llegaron en patera a toda España / Los inmigrantes que entran por vía aérea se han duplicado en dos años Los sin papeles se globalizan. En la era del low cost y de la proliferación de todo tipo de vuelos y aerolíneas, los inmigrantes prefieren coger un avión para introducirse ilegalmente en nuestro país. Sólo en el aeropuerto madrileño de Barajas la Policía Nacional detectó el año pasado a 17.408 extranjeros que no cumplían los requisitos de entrada, casi el mismo número (18.057) de los que fueron interceptados llegando en cayuco a las costas de toda España.


La patera pierde adeptos y los gana el billete electrónico, un sistema infinitamente más cómodo, alejado de las mafias y, en algunos casos, hasta un 50% más barato. En dos años se ha duplicado el número de indocumentados que utilizan la vía aérea para colarse en nuestro país.


Según los datos a los que ha tenido acceso este periódico, en 2005 fueron rechazados en Barajas unos 9.000 irregulares. En 2006 se devolvieron 12.000, un 33% más. En el año que acabamos de dejar atrás esta cifra ha vuelto a crecer: un 45%.


Estos nuevos viajeros vienen desde Senegal, Malí, Guinea Conakry, Nigeria, Guinea Bissau, Marruecos… pero también desde toda Sudamérica y países asiáticos tan insólitos como Bután. La mayoría de las veces tienen que dar la vuelta al mundo antes de llegar a su destino final, para burlar los estrictos controles a los que se ven sometidos los vuelos calientes tradicionales.


Desde Pekín se dirigen a Madrid pasando primero por Buenos Aires o por Río de Janeiro; desde Bogotá viajan a Tel Aviv y luego aterrizan en la capital de España. Algún que otro senegalés ha llegado a Barajas procedente de La Habana. Se mueven por todo el planeta; eso sí, evitando EEUU. «Ya no hacen rutas directas», asegura una fuente policial.


Suelen salir de su país con su pasaporte auténtico, que destruyen por el camino o lo sustituyen por otro falsificado, generalmente de alguno de los estados de la UE. Cuando están en Barajas fingen ser mudos para que las autoridades no puedan enviarles de vuelta por donde han venido. Los que no pueden ser identificados, son acogidos por una ONG. Al final, la mayoría termina pidiendo asilo. Según fuentes policiales, entre 20 y 40 colombianos se acogen diariamente a esta medida en el aeropuerto madrileño; o, lo que es lo mismo, una media de 11.000 al año.


El cayuco de dimensiones gigantescas en que se ha convertido Barajas es el décimo aeropuerto del mundo en cuanto a tránsito de pasajeros. Un total de 52 millones de personas pasaron por este aeropuerto en 2007 y alrededor de 14 millones de pasajeros aterrizaron en España procedentes de vuelos internacionales. Con tanto trasiego, no extraña que los inmigrantes hayan escogido esta puerta para entrar en España. La existencia de un plano del tesoro con instrucciones para escapar de la laberíntica terminal T – 4 sin cruzar el control fronterizo hizo sonar, hace unos días, todas las alarmas. Sin embargo, el comisario jefe de Barajas, Carlos Salamanca, asegura que esta ruta está desactivada, «y muy vigilada», desde julio del año pasado, tras una operación en la que se detuvo a 10 personas; tres de ellas, trabajadoras de la limpieza.


Otras fuentes del aeropuerto sostienen que «colarse, alguno se colará», pero no «masivamente». «Este es un aeropuerto muy estanco y las zonas estériles están muy bien delimitadas», señalan. Sin embargo, a nadie se le escapa que, tras esos 17.408 sin papeles interceptados por la Policía y devueltos a su país el año pasado, puede haber muchos más que han entrado irregularmente y viven al margen de la estadística. Por ejemplo, los que proceden de los países europeos que firmaron el Acuerdo de Schengen y que, a su llegada a Barajas, no tienen que pasar por ningún control policial.


En avión, más barato


1.000 euros cuesta una plaza en un cayuco que va de Senegal a Canarias.


500 euros cuesta un vuelo Dakar – Madrid – Dakar.


El precio de un cayuco ronda los 5.000 euros, mientras un avión de pasajeros vale 136 millones.


El número de chinos se quintuplica


MADRID. – Hace unos días, la Policía Nacional pilló en Barajas a seis chinos que intentaban entrar con pasaportes de Hong Kong «extraordinariamente bien falsificados».


Salieron de China con sus papeles originales para que no les pusiera pegas la policía y, en vez de dirigirse directamente a Madrid, volaron a Buenos Aires. Allí destruyeron su documentación auténtica y la cambiaron por la de Hong Kong. Los habitantes de esta región administrativa especial no necesitan visado para entrar en España, a diferencia de lo que sucede con los chinos, y, por tanto, se supone que se les vigila menos en Barajas. A pesar de ello, fueron descubiertos.


Los agentes encargados del control de fronteras han detectado que cada vez más asiáticos tratan de colarse en el aeropuerto, sobre todo ‘sin papeles’ procedentes de China. En 2007 hubo 181 inadmitidos de este país, un 465% más que el año anterior, en que se devolvió a 32 chinos.


En 2005 fueron rechazados 64 ciudadanos de China, lo que significa que en dos años se ha producido un aumento de casi el 200%.


Fuentes policiales explican que «también se está poniendo de moda» la llegada de personas de Sri Lanka y la India, asimismo con pasaportes falsos.


Por otro lado, también están viniendo norteafricanos y – una novedad – algunos árabes. Los bolivianos son los más numerosos (3.357 rechazados) porque, a partir del 1 de abril de 2007, se les exigió visado para entrar en la UE, revulsivo para que llegaran en masa.


El vuelo Bogotá – Madrid – Tel Aviv


MADRID. – De entre todas las enrevesadas rutas que utilizan los inmigrantes para llegar a España, dos se han hecho muy populares.


Una es la que va a Madrid desde Bogotá (o Quito, o Caracas) pasando por Amsterdam. Funciona porque la policía holandesa es más flexible que la española y, cuando el inmigrante ha pasado el control en ese país de Schengen, tiene derecho a moverse sin que nadie le pida el pasaporte.


Otra es la de Bogotá – Madrid – Tel Aviv, empleada por los usuarios de la famosa ‘hoja de ruta’ que apunta cómo ‘escapar’ de Barajas (ver gráfico).


Como Israel no pide visado, los colombianos compran un billete hasta allí. O bien se quedan en Madrid cuando el avión hace escala, o siguen hasta Tel Aviv, donde son expulsados y enviados de vuelta a España.


En esta ‘línea caliente’ viajan «los famosos asilados de Colombia», llamados así porque el 80% de los colombianos de este vuelo automáticamente pide asilo nada más pisar Barajas.


La ruta está algo parada ahora porque los vuelos desde Bogotá están llenos por la gente que regresa de las vacaciones de Navidad. El pasado mes de diciembre llegaron a juntarse 270 colombianos en la sala de asilo del aeropuerto y se espera que en breve se vuelva a reactivar esta línea.


Los asiáticos y los africanos han comenzado a viajar a Madrid parando antes en Buenos Aires, La Habana o Río de Janeiro. Se mantienen los vuelos tradicionales, que viajan directamente desde Senegal, Nigeria, Marruecos o Malí, aunque los inmigrantes saben que están muy vigilados.

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