La Policía Local decomisa en el rastro más de 1.200 kilos de objetos robados y falsificados

La venta ilegal en los puestos del mercado de antigüedades se produce semana tras semana

Las Provincias, C. FERNÁNDEZ, 21-01-2008

La Policía Local tuvo ayer trabajo extra en el rastro donde decomisó más de 1.200 kilos de objetos de todo tipo entre muebles, bicicletas y electrodomésticos que se intentaban vender ilegalmente en las inmediaciones de este mercado dominical. “Normalmente decomisamos artículos, pero en esta ocasión ha sido más de lo habitual”, explicaron ayer fuentes de la Policía Local.

" – ¿Quieres esta bicicleta? Te la vendo por 20 euros", comentaba un hombre de mediana edad y con acento rumano.

" – No, que es muy vieja, más de 10 euros no te doy, para eso busco otra más nueva", respondía un jubilado que observaba la bicicleta y comprobaba si los frenos funcionaban.

Esta fue una de tantas conversaciones que se produjeron ayer en el rastro. Un punto de venta de antigüedades que recibe a cientos de clientes cada domingo, pero que se está convirtiendo en la perfecta tapadera para determinados individuos que se ocultan entre el trasiego de los usuarios con el fin de ofrecer su mercancía robada o falsificada.

Su modus operandi siempre es el mismo, recorren las instalaciones con el artículo con el que quieren comerciar, ya sea una bicicleta, un reloj, unas gafas de sol o una radio. En cuanto consiguen venderlo se marchan por nueva mercancía que guardan en furgonetas aparcadas en las calles limítrofes al rastro.

"¡Mira si te gusta algún reloj, son buenos! comentaba un joven con una maleta que abría cuidadosamente y mirando a todas partes por si era descubierto por un policía. Dos hombres lanzaban su mirada hacia el maletín y buscaban la ganga del domingo, mientras, de fondo se escuchaban las voces de los vendedores legales que ofrecían sus productos al resto de visitantes. “¡Espejo por cinco euros! ¡Miren estas sillas son muy antiguas!”.

Todos los domingos un grupo de ilegales se aprovecha de la infraestructura del rastro y de la masiva afluencia que se genera en el mercado de antigüedades para vender artículos de forma ilegal. “No se puede demostrar que son objetos robados, pero desde luego se están vendiendo ilegalmente y eso induce a sospechar que han sido robadas”, explicaron ayer fuentes de la Policía Local.


Bandas organizadas

Esta misma semana LAS PROVINCIAS denunciaba una oleada de robos de bicicletas que se estaba produciendo en Valencia y por bandas organizadas, mayoritariamente formadas por grupos rumanos. Uno de los puntos donde se ponían a la venta los artículos robados era en las inmediaciones del rastro, ubicado en la plaza Luis Casanova.

“Recuperarla es imposible, pero te encuentras con flamantes bicicletas que las venden por muy poco dinero”, comentaba un portavoz de la entidad Valencia en bici.

La presencia de policías en el rastro es constante que recorren todo el recinto para evitar que se produzcan ventas ilegales. Ayer media docena de agentes paseaban por el mercado, mientras que otro grupo se apostaban en las diferentes entradas al mercado.

Sin embargo, a pesar de la presencia policial, la venta ilegal se sigue produciendo y los principales perjudicados son los vendedores oficiales de este mercado que han denunciado en innumerables ocasiones la existencia de estos sujetos que están consiguiendo desvirtuar la venta originaria y atraer a una particular clientela que busca a los ilegales para adquirir artículos con precios impensables.

La escena que se vive cada semana a espaldas de uno de los edificios municipales hubiera servido al director Vittorio de Sica para rodar la mítica película El ladrón de Bicicletas, en este caso los que busca una son los estudiantes extranjeros que nada más llegar a Valencia les aseguran que las pueden encontrar por apenas 10 o 20 euros.

Ayer dos jóvenes estudiantes ingleses paseaban por el mercado en busca de una bicicleta. Inmediatamente encontraron a dos personas que les indicaron que si querían una se esperaran y en apenas unos minutos les traerían una. Una peculiar compra – venta que ya es popularmente conocida por los alumnos de la Universidad Politécnica, donde más se demanda este tipo de vehículo.

Los colectivos de ciclistas dieron esta semana la voz de alarma y aseguraron que estaban sufriendo una oleada de robos sin precedentes hasta el momento.

Junto a los numerosos robos, la situación es aún más grave porque la mayoría de los propietarios no logran recuperarlas, ya que es difícil poder identificarlas.

La Policía Nacional también está teniendo el problema de que tras decomisar las bicicletas no pueden devolverlas a sus propietarios. Por eso, la Policía está estudiando la posibilidad de colgar en internet las fotografías de los vehículos que requisan para que los propietarios las puedan identificar presentando previamente una factura o indicando el número de bastidor del vehículo para comprobar que son los dueños. De esta forma, esperan devolver gran parte de las bicicletas robadas que consiguen recuperar.

municipal@lasprovincia.es

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)