Alrededor de 180 ultras acudieron ayer en Madrid a la manifestación convocada por el partido de extrema derecha Democracia Nacional contra la inmigración. En un principio, la Delegación de Gobierno de Madrid prohibió la marcha por considerarla xenófoba y racista, pero una posterior sentencia del Tribunal Superior de Justicia la permitió.

La marcha arrancó a las 12 tras una pancarta que decía “recuperemos Madrid” y “Por la seguridad ciudadana”. La mayoría de los integrantes de la manifestación eran jóvenes, que portaron banderas de España y del Partido Democracia Nacional y que corearon consignas como las siguientes: “Ésta es nuestra tierra; hay que defenderla”, “No hay libertad, sin seguridad”, “Ayudas sociales, para los nacionales”, “delincuentes, expulsión”, “Ésta es la juventud de España”.

Tras una hora y media, la manifestación se disolvió sin incidentes.