MERCÈ BELTRAN – Barcelona
Desde septiembre hasta ahora 2.500 nuevos alumnos procedentes de la inmigración se han incorporado al sistema educativo, cifra casi cuatro veces superior a los que llegaron a las aulas durante el primer trimestre del 2006, que fueron 629 (3.697 durante todo el curso). Hasta ahora, cuando un inmigrante en edad escolar llega a Catalunya se incorpora directamente al colegio. Los inmigrantes ya son el 12,5% de la población escolar catalana.

En función de las necesidades del alumno, lingüísticas y académicas, pasaba un tiempo en el aula de acogida del centro, lugar donde se familiarizaba con el idioma. En esta aula el alumno estaba sólo unas horas, el resto de su tiempo escolar lo pasaba en el aula ordinaria.

A partir del curso próximo, y como prueba piloto, el Departament d´Educació, en colaboración con los ayuntamientos de Reus y Vic, habilitará unos espacios de acogida transitorios a los que irán los alumnos inmigrantes que se incorporen al sistema educativo con el curso empezado. La idea es que en estos espacios, concebidos a modo de aulas en las que compartirán pupitres jóvenes de edades diferentes, los alumnos se familiarizarán con la lengua y adquirirán conocimientos en función de sus necesidades educativas. Mientras dure su estancia en estas aulas, los jóvenes compartirán actividades con la escuela que les corresponde.

Esta experiencia puede ser extensible a otros ayuntamientos, sobre todo los que tienen una alta movilidad de inmigrantes.

Esta iniciativa, que será extensiva a las familias de los alumnos, no implica la desaparición de las aulas de acogida. Al contrario, ya que el conseller anunció ayer que aumentarán. Tampoco es contradictoria con los planes de entorno, conjunto de acciones que pretenden facilitar la integración de los inmigrantes en su nueva sociedad.

Profesores y personal especializado serán los responsables de estos nuevos espacios transitorios, en los que los jóvenes permanecerán sólo el tiempo que sea necesario para incorporarse al centro escolar. Algunos estarán un mes, otros hasta el inicio del curso siguiente. En cualquier caso, cada septiembre las aulas de transición empezarán desde cero. Estos nuevos espacios también estarán abiertos durante el verano.