España, su población, crece a lo ancho y a lo largo, en cantidad y en tiempo de vida. En 2015 el país alojará a 50 millones de ciudadanos, frente a los 45 millones actuales, y seguirá creciendo el porcentaje de inmigrantes , con la incorporación de más de cuatro millones en los próximos siete años. El Instituto Nacional de Estadística (INE) saca la bola de cristal y proyecta a un futuro próximo las principales tendencias demográficas en el ámbito nacional. Según estos vaticinios, hombres y mujeres ganarán un año de expectativa de vida (de los actuales 77,5 años a los 78,9 en los hombres y de 84,1 a 85,2 en las mujeres ) y la tasa de natalidad, aún renqueante, alcanzará poco a poco el promedio europeo (de 1,4 hijos por mujer del 2007 al 1,5 de 2015 ).

Según las proyecciones del INE, que a partir de ahora serán anuales, España alcanzará en 2015 los 50 millones de habitantes, vecino más vecino menos, según si se opta por un escenario alto (50,1 millones), medio (49,8) o bajo (49,5), con un reparto por sexos similar al actual: 25,2 millones de mujeres y el resto, varones. Ese cómputo engloba las nuevas entradas de inmigrantes , que en los próximos siete años podrían sumar algo más de cuatro millones, a razón de unos 700.000 al año durante los primeros tres años para, a partir de 2010, iniciar una desaceleración. Ignacio Duque, del INE, propone limitar las entradas de ese año a 500.000 nuevos inmigrantes .

De hecho, hoy los inmigrantes representan ya el 10% de los 45,2 millones de personas que integran la población española. En 2005 llegaron 700.000, en 2006, 413.000 y el pasado año, 375.000. La mayoría son marroquíes (600.000), seguidos de rumanos (527.000) y ecuatorianos (427.000).