Con apenas 7 años,  el artista se convirtió en el primer niño ecuatoriano en tocar en el Carnegie Hall (sala de conciertos en Manhattan) de Nueva York.

“Mami, mi sueño es tocar en el Carnegie Hall” fue la frase que Yarik Pankó Mueckay repitió algunas veces a su madre cuando tenía 5 años y se preparaba para aprender a tocar el piano profesionalmente.

En diciembre pasado, después de dos años, el pequeño pudo hacer  realidad su deseo. Se consagró como el primer niño ecuatoriano en dar un concierto en el famoso Carnegie Hall, en la sala Arthur Zankel de Nueva York (uno de los auditorios más importantes para los músicos en EE. UU.).

El joven pianista, cuyo verdadero nombre es Yaroslav, nació en Guayaquil en el año 2000. El amor por este arte lo heredó de sus padres, también músicos, el ruso Irakli Pankó (violinista) y la ecuatoriana Noreia Mueckay (pianista), quienes radican en Estados Unidos desde hace 6 años.

Su madre recuerda con gracia que Yarik empezó a tocar el piano desde los 2 años, cuando ni siquiera alcanzaba las teclas del instrumento. “Buscaba la forma de subirse al banco para deslizar sus dedos por todo el piano. Y lo hacía bien”.

Ella y su esposo jamás imaginaron que su segundo hijo hiciera del piano su profesión, a tan corta edad. “El niño sacaba al oído las piezas musicales que escuchaba y le gustaban. También creaba melodías basándose en las historias de los cuentos que leía a diario”, dice Noreia.

Ya a los 5 años, por recomendaciones de músicos amigos de sus padres, empezó a recibir clases del maestro ucraniano Vladimir Yudilevich.

Desde entonces ha cosechado logros, entre los que destacan primeros lugares en certámenes en Estados Unidos y otros países en los que ha competido con jóvenes mayores a él. Su última victoria la obtuvo el pasado domingo en el concurso anual de conciertos de Nueva York (New York Annual Concerto Competition), donde se enfrentó a participantes que oscilaban entre los 15 y 18 años.

El premio que se adjudicó es tocar con la orquesta sinfónica bajo la dirección del director Nathan Hetherington, en Merkin Hall de Nueva York, el próximo 10 de febrero.

Por los triunfos alcanzados en un corto periodo, Yarik se hizo acreedor en septiembre del 2006 a una beca para estudiar música en el colegio Lucy Moisés del Centro de Kaufmann (Lucy Moses School of Music del Kaufmann Center), en donde a los tres meses se presentó en un concierto junto con los alumnos más brillantes de la institución.

Posterior a esto lanzó su primer CD titulado My First Musical Treasure (Mi primer tesoro musical).

Además del piano, también le apasionan el ajedrez, el béisbol, las matemáticas y la historia.

Aprendió a multiplicar y a dividir a los 4 años (su hermano Santiago le enseñó). Habla y escribe fluidamente en tres idiomas: ruso, español e inglés. Cursa el segundo año de educación primaria en la escuela pública Rufus King Nº 26 en Queens, EE.UU.

El próximo mes, Yarik participará en el festival de música francesa, donde tocará con su mamá la Sonata para cuatro manos de F. Poulenc, entre otras obras. Su agenda está copada de presentaciones hasta el mes de marzo.

El ritmo de vida del pequeño es agitado, pues la mañana pasa en la escuela, mientras que la tarde la distribuye entre las clases de piano, los deberes de la escuela y las presentaciones.

PREMIOS

Primer triunfo
En el 2006 ganó el certamen New York Future Artists Piano Competition. Lo volvió a lograr en el 2007.

El mejor entre 33
En marzo del 2007 se llevó el segundo lugar del campeonato internacional Bradshaw & Buono Piano.

Otras presentaciones
Ha dado conciertos en la Embajada del Ecuador en Washington DC, en Nueva Jersey, Pensylvania, Connecticut, Kaufmann Center, Delaware, Shostakovich School of Music.