LAS SOSPECHAS Las sospechas recaen en grupos del Este con la ayuda de españoles

CIENTOS DE GRUPOS Europol calcula que en España operan 500 de las 4.000 bandas censadas en la UE
La policía considera que las amenazas que algunos empresarios están recibiendo en nombre de ETA sigue el modelo de las estafas que se hacen por internet o de las llamadas cartas de los nigerianos,sistema que se basa en el envío de un gran número de mensajes pidiendo dinero y ofreciendo suculentas operaciones financieras ilegales con la esperanza de que algún incauto pique el anzuelo. En otras palabras, los agentes ven en esta extorsión un plan de estafa consistente en el envío de un número elevado de cartas amenazantes bajo el supuesto de que sólo un pequeño porcentaje de los receptores caerá en la trampa y pagará. De ahí, opinan fuentes de la investigación, que la cantidad exigida – 15.000 euros- sea relativamente fácil de reunir para un alto directivo de una gran empresa de tal suerte que, atemorizado, elija pagar en lugar de denunciar. Así las cosas, los agentes dan por supuesta la posibilidad de que haya más receptores de estas misivas que aún no han acudido a la policía.

En cuanto a la autoría, fuentes del caso se han limitado a comentar que sus sospechas recaen en alguna banda del este europeo que cuente con la colaboración de delincuentes españoles.

A este respecto fuentes de Interior citan un estudio policial que sitúa a España como un goloso objetivo en el que operan al menos 500 de los cuatro mil grupos criminales organizados censados por la Europol en la Unión Europea (UE). Los informes de Europol y de la Seguridad del Estado española muestran que el crimen organizado obra en nuestro país igual que en otros países desarrolladas de la UE, pero con dos salvedades. La primera, es que en España los delincuentes organizados colaboran más entre sí que en otros países de la Unión. La segunda; que por muy intensas que sean las actividades del crimen organizado en España está aún lejos de alcanzar el nivel que tiene en el resto de Europa. Otro dato relevante es que un 78% de las bandas censadas colaboran españoles, mientras que otro 6% son exclusivamente nacionales por lo que no puede decirse que el crimen organizado no hable español.

En cualquier caso, esta no es la primera vez que la policía se enfrenta a delincuentes que usan el nombre de ETA para amedrentar a sus víctimas. Con muchísima frecuencia se topan con desaprensivos que anuncian la colocación de bombas diciendo que son terroristas y en otras ocasiones ya han investigado el envío de falsas cartas de chantaje.

El último caso conocido de falsa amenaza lo protagonizó un sacerdote de Burjassot (Valencia) que fue detenido en enero del año pasado como supuesto autor del envío de cartas en nombre de ETA a magistrados y abogados de la Comunidad Valenciana.