Cataluña separará a los inmigrantes en centros hasta que dominen las dos lenguas
El Correo, , 17-01-2008La Generalitat tiene previsto presentar hoy una experiencia piloto que ya ha desatado la polémica a pesar de que no se aplicará hasta el curso que viene. Las autoridades educativas catalanas escolarizarán a los alumnos inmigrantes recién llegados en centros separados con el fin de que aprendan con soltura el castellano y el catalán. Se trata, según dicen, de «acelerar la integración» de los escolares foráneos en estos «espacios de acogida», donde no permanecerían durante más de un año, según confirmaron fuentes de la Generalitat.
Cataluña acoge en su sistema educativo a 133.000 alumnos extranjeros, una cifra que se ha disparado en los últimos años hasta representar más del 12% del total. En Euskadi, donde el porcentaje ronda el 5%, la filosofía de integración es completamente opuesta. «Nunca tomaríamos una medida de este tipo, porque apostamos por la educación inclusiva», aseguraros ayer fuentes del Departamento vasco de Educación. De hecho, la adaptación de los escolares inmigrantes se acelera con profesores de refuerzo lingüístico en las aulas y con un incremento en las horas de aprendizaje de euskera y castellano .
En la actualidad, los alumnos inmigrantes que llegan a Cataluña sin dominar el castellano y el catalán son escolarizados en las llamadas «aulas de acogida», que están integradas en los propios centros escolares. La polémica novedad consiste en que, desde el curso que viene, estas clases estarán ubicadas en equipamientos independientes que se crearían por municipios o zonas. En principio, la Generalitat no quiere definir estos centros como escuelas o colegios porque su fin no sería tanto la enseñanza como sentar unas correctas bases de comprensión lingüística para los alumnos.
Al mismo tiempo, Educación prepara una reforma que recortará en una hora a la semana las clases de catalán y castellano que reciben los alumnos de Bachillerato. La Generalitat busca reequilibrar la oferta de materias, tras considerar que está «descompensada» por el «gran peso» que hasta ahora tenían ambas lenguas.
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